Miles de personas, en la mayor parte de las capitales del país y en distintas urbes del mundo, salieron a las calles para protestar contra las omisiones de las autoridades electorales en lo que consideran un intento por “imponer” en la Presidencia de la República al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
En el Distrito Federal, la Convención Nacional contra la Imposición, integrada por el movimiento estudiantil #YoSoy132, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, el Sindicato Mexicano de Electricistas, Morena y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, entre otras organizaciones sociales, marcharon desde el Auditorio Nacional hasta el Zócalo capitalino para exigir a las autoridades electorales que investiguen y sancionen las presuntas irregularidades que beneficiaron a Peña durante el proceso electoral.
LA MARCHA
“¡Quiero que se escuche mi voz para que no corra sangre en mi pueblo! ¡Si la imposición es un hecho, la revolución es un derecho!”, son algunas de las muchas consignas que la gente muestra en pancartas mientras avanza por las calles del Centro Histórico, con los rostros llenos de esperanza, intentando detener algo que pareciera inevitable.
“¡Pertenecemos a este país y este país nos pertenece, somos dueños de México!”, afirma un anciano que bajo una carpa roja y con guitarra en mano, cita con elocuencia artículos de la Constitución con los que, asegura, se podría evitar la llegada de Peña Nieto a Los Pinos.
En la plancha del Zócalo, varias mesas recogen firmas de los inconformes para exigirle al presidente Felipe Calderón que investigue a fondo las irregularidades de la elección y recolectar pruebas del descontento para presentarlas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El contingente de #YoSoy132 se diluye entre las múltiples formas que adopta el descontento social, desde un matamoscas gigante busca aplastar a los poderes fácticos convertidos en insectos al más puro estilo kafkiano hasta las omnipresentes máscaras de Guy Fawkes con traje de charro y machete en mano, emulando a Zapata. Anhelos de una revolución que no termina de nacer.
Las heridas siguen supurando. La gente dialoga mientras alimenta a viejos fantasmas: Tlatelolco, la guerra sucia, el fraude del 88, las matanzas de Aguas Blancas y Acteal, la represión de Atenco, el terror de Cherán, recuerdos permanentes de un país donde gobierna la impunidad.
“Hay que conquistar la mayoría de nuevo, convenciendo, probando, documentando, demostrando. Tenemos que mantener la movilización y sobre todo tenemos que mantener la unidad. Hay compañeros de diferentes orígenes políticos, grupos organizados y desorganizados pero todos estamos hermanados en la lucha”, dice Paco Ignacio Taibo II con la voz entrecortada.
“Si desde hace seis meses fuimos la alucinación que se metió en sus sueños, de aquí al 6 de septiembre seremos su pesadilla”, aseguró el escritor, montado en el techo de una combi improvisada como templete, justo debajo de una enorme bandera tricolor ondeando entre el tumulto.
Las protestas se extendieron a lo largo y ancho del territorio nacional en ciudades como Puebla, Monterrey, Pachuca, San Cristóbal de las Casas, Querétaro, Toluca, Chilpanchingo, Coahuila, donde los estudiantes de #YoSoy132 acompañados de otras organizaciones sociales tomaron las calles para expresar su descontento y tratar de acorralar a los magistrados del Tribunal Electoral para que declaren la invalidez de la elección presidencial.
“No habrá resignación”, como advierte una las muchas consignas que grita la gente.
PARTICIPANTES
Algunas de las organizaciones que marcharon ayer:
#YoSoy132
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco
Sindicato Mexicano de Electricistas
Morena
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
Frente de Izquierda Socialista
Alumnos rechazados de la UNAM
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