La fabricación de las más de mil banderas elaboradas por elementos del Ejército no se ha visto interrumpida por la pandemia de Covid-19; los uniformados también contribuyen en la producción de artículos del sector salud.

En la Fábrica de Vestuario y Equipo (Fave) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el capitán primero, ingeniero industrial, Noé Samperio Padilla, de la fábrica de confección “C”, manifestó que es indispensable dotar a todas las unidades con el lábaro patrio.

En un recorrido que realizó 24 HORAS, el capitán relató que el proceso de elaboración de las banderas inicia desde el teñido de la tela, y tarda de 10 a 16 días dependiendo el tamaño; además, confeccionan estandartes que son distribuidos a las diferentes unidades de la Sedena, requeridos para participar en desfiles militares.

Cuestionado sobre el sentir de su familia de pertenecer a las Fuerzas Armadas refirió: “Tengo una niña que va a cumplir cuatro años, ella al verme uniformado le gusta mucho, me abraza, me llena de besos, y lo relaciona con las noticias, se siente orgullosa que su padre sea miembro del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana”.

El sargento segundo operario, Marco Antonio Faguaga Méndez, señaló que traza y pinta los escudos nacionales e inicia con el marcado de una bandera, después el pintado del escudo para el que usan 11 colores como base y cinco matices para darle más visión al águila.

“Tenemos que pasarla al horno a una temperatura aproximadamente de 230 grados para que la pintura se adhiera a la tela, posteriormente va al área de banderas y ellos se encargan de unir los tres lienzos: verde, blanco y rojo… colocan los agujeros, anillos y una tela que es para reforzar el costado, por cuestiones de altura es necesario”.

Manifestó que al pintar el escudo siente el orgullo mexicano, “cuando era pequeño, tuve un familiar que estuvo en las Fuerzas Armadas y me llamó mucho el uniforme, pero no pensaba ingresar al Ejército hasta que presté mi servicio militar y llevo 11 años. Me siento orgulloso de servir a la patria tanto en labores administrativas como operativas”.

Destacó que a sus hermanos les gusta el trabajo que realiza. “Mi madre me ha apoyado y le agradezco por darme la vida… somos seis hermanos y el más pequeño de cinco años le llama mucho la atención el uniforme, el color, en ocasiones quiere utilizar la gorra y cuando porto el uniforme se emociona y me da un abrazo”.

La soldado operario Karina García Silva, quien pertenece al área de línea de banderas, refirió que su función es confeccionar desde las banderas monumentales hasta las de escritorios, “todo empieza desde trazo y corte, unimos los lienzos, el verde, el blanco y después el rojo”.

Destacó que su familia está orgullosa de su vocación y que cada que observan una bandera se acuerdan que ella forma parte de la confección de cada una de éstas.

EL PROCESO
Se recibe la tela en almacén general
Se pasa a la fábrica de teñidos y acabados se da el color verde y rojo
Se dirige a la fábrica de trazo y corte, donde se cortan las medidas de las bandeas que se van a elaborar; las monumentales que alcanzan los 50 metros
En el área de serigrafía se hace el calcado del escudo y posteriormente, se pasa al horno de secado por 15 minutos
Se lleva al área de confección (línea de banderas) para unir los lienzos
Se empacan y se mandan a los almacenes generales

CIFRAS
8 militares pintan el escudo nacional
6 militares unen los lienzos

LEG