@guerrerochipres
Discrepo de la idea de que a Morena le favorece la negativa de registro a México Libre.
Por el contrario, la competencia que aportaría el partido en debate de Margarita Zavala y el expresidente Felipe Calderón permitiría que la democracia cristiana reencontrara una identidad. Y, necesariamente, pasaría por la división del voto conservador convencional católico y el más o menos liberal que habita todavía en el PAN.
Si hubiera de pensarse en un beneficiario de la ausencia de registro a México Libre sería el PAN. Ha existido una buena relación de ese partido con un segmento de los consejeros del INE.
Así que, primer punto: a Morena no le desfavorece que haya más competidores.
En lo que respecta a Morena, me parece que hay muy pocas dudas fundadas y sustentadas con percepción aprobatoria y demostrable por encuestas en las que se observe una pérdida catastrófica de opinión.
Nada esencial ha trastocado la hegemonía del partido en el Gobierno pese a las documentadas sutilezas de que “hay contradicciones” o “desencanto”. Cuando éstas se indican, no son acompañadas de alguna referencia ética o programática importante representada por una dirección política alternativa.
El Gobierno carece de adversario creíble incluso para el presunto “frente” contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y suponiendo que los gobernadores que salieron ayer de la Conago tuvieran influencia y representatividad nacional considerable.
Por lo tanto, podemos apostar libremente a favor de la confirmación del predominio morenista. En lo que respecta a la vida interna de Morena es donde existe el más interesante proceso de confrontación y reconstitución de alianzas.
Es ahí donde debería observarse cómo dentro del partido en el poder se está procesando la configuración del proyecto político que seguirá al de AMLO y que tiene frente a sí las dos grandes opciones inclinadas en diversa proporción hacia izquierdas convencionales o más revolucionadas en consonancia con el comportamiento de la política global, progresista y de innovación.
Ayer inició el mayor proceso electoral en la historia de nuestro país. Culminará el próximo 6 de junio de 2021. Se renovará la integración de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, concurrirán elecciones locales en las 32 entidades del país. Además de las 300 diputaciones de mayoría relativa y 200 de representación proporcional a nivel federal, el 6 de junio de 2021 estarán en disputa electoral 15 gubernaturas, mil 63 diputaciones locales, mil 926 presidencias municipales, dos mil 122 sindicaturas, 15 mil 107 regidurías y 635 juntas municipales, que implican un total de 21 mil 368 cargos de elección popular.
Cabe entonces destacar que, dada la ausencia de liderazgos adversariales con reputación nacionales, la elección del 2021 será histórica, para irritación previsible de los adversarios semi-coaligados del partido gobernante, específicamente porque se verificará en qué medida ratifica al grupo en el poder.