La oficina estatal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en Michoacán, ubicada en la avenida del Estudiante número 102, fue clausurada de manera simbólica en apoyo lo que está sucediendo en la oficina central de dicha comisión, ubicada en Ciudad de México.
Ello, con pancartas pegadas en la fachada que dicen: “no perdonamos ¡ni olvidamos!”, “…Y la que quiera romper ¡que rompa! Y la que quiera quemar ¡que queme! Y la que no ¡que no nos estorbe!”, esta última, basada en un reclamo hecho por Yessenia Zamudio, madre de una joven víctima de feminicidio en 2016, a la cual no se le ha resuelto la situación.
Entre las imágenes que permanecen en la oficina de Michoacán, destacan dos: una del propio Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, que aparece pintada y maquillada, y otra más de Francisco I. Madero en esa misma situación.
Alrededor de la oficina de la CNDH, fue colocada una cinta amarilla que prohíbe el paso, para simbólicamente cerrar esta oficina que este jueves parece no estar laborando: solo se encuentra personal de seguridad al interior.
La exigencia de justicia y solidaridad al movimiento nacional que se manifiesta en esta oficina estatal, es para visibilizar la situación actual de violencia que vive la mujer en nuestro país, que ha escalado y no ha tenido eco en las autoridades.
Más tarde, se hizo presente una patrulla de la Policía Michoacán con dos elementos que estuvieron platicando con el personal, donde les señalaron, a decir de los oficiales, que tenían que levantar una denuncia si querían que esto procediera de manera legal. Tomaron fotos y después se marcharon.
Con información de Quadratin