HOUSTON.- Residentes de Luisiana y Misisipi recibieron órdenes de evacuación el lunes mientras el huracán Sally atravesaba el Golfo de México, fortaleciéndose hasta convertirse en un huracán antes de su llegada a tierra el martes, según el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos (CNH).
Sally, la segunda tormenta en menos de un mes que amenaza a la región, avanzaba lentamente por la costa del golfo en Estados Unidos. A residentes desde Luisiana a Florida se les dijo que esperaran intensas lluvias, marejadas y vientos fuertes.
Sally es la decimoctava tormenta con nombre en el Atlántico este año y será la octava tormenta tropical o huracán que golpea a Estados Unidos, algo “muy raro, si es que no un récord”, dijo Dan Kottlowski, meteorólogo principal de AccuWeather.
Misisipi y Luisiana emitieron órdenes de evacuación obligatorias a los residentes de las zonas bajas. El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, pidió que el Gobierno federal declare zona de desastre y aconsejó a las personas que huyan ante el paso de Sally.
La Guardia Costera estaba limitando el tráfico desde el puerto de Nueva Orleans, mientras que las compañías de energía disminuían o cortaban la producción de refinerías y se apresuraban a sacar a los trabajadores de las plataformas de producción de petróleo y gas en alta mar.
Sally estaba a 210 kilómetros al este-sureste de la desembocadura del río Misisipi, con vientos de 145 km por hora durante la tarde del lunes, según el CNH.
Los residentes del suroeste de Luisiana siguen limpiando los escombros y decenas de miles de hogares están sin electricidad después de que el huracán Laura dejó un rastro de destrucción. Sally se mueve al este de esa zona.
Se espera que los daños causados por Sally alcancen entre 2 mil millones y 3 mil millones de dólares, pero podrían ser superiores si las precipitaciones de la tormenta se producen en tierra firme en lugar de en el golfo, dijo Chuck Watson de Enki Research, que modela y rastrea las tormentas tropicales.
MGL