Cuando Andrés Manuel López Obrador tomó Paseo de la Reforma tras perder las elecciones de 2006, una cadena de restaurantes de comida italiana se encargó de enviarles a los manifestantes toda clase de alimentos, perfectamente preparados y en cantidades más que suficientes.
Como sea, esa cadena había recibido durante el sexenio de López Obrador en el Gobierno del entonces Distrito Federal muchas ventajas para su instalación.
Ahora, debería alguien de la 4T hacer llegar a estos nuevos manifestantes, que mantienen sus casas de campaña en Avenida Juárez, algunas viandas para mantenerlos alimentados y que resistan lo más que puedan.
Porque no ha recibido mejor regalo el Gobierno federal que este nuevo distractor, que le vuelve a caer como anillo al dedo al Presidente en momentos en que tanto la epidemia de Covid-19 en México, como la crisis económica están fuera de control.
Habrá mal pensados que piensen que hasta puede haber mano negra, o quizá mano guinda, en el patrocinio de las tiendas de campaña porque el beneficio es enorme.
Si los verdaderos opositores saben usar este episodio del llamado movimiento Frena a su favor, es la mejor oportunidad para mostrar que entre los que están en desacuerdo con las políticas del actual Gobierno hay niveles.
No es lo mismo usar los cauces legales y de la libertad de expresión para disentir, que dañar a terceros con una oposición radical. Este es el momento de dejar eso claro ante la opinión pública.
Mientras tanto, la 4T debe estar feliz, feliz, feliz. Ya no se puede fingir la rifa del avión presidencial, el caso Lozoya se desinfló y ya no dicen ni “Pío”, y el supuesto juicio a los expresidentes está perdido en los cauces legales y sus tiempos.
Así que estos nuevos ocupantes de las calles son el mejor discurso victimizador para la 4T.
Esta semana habrá datos económicos que habrán de pasar desapercibidos por la mayoría. Primero, porque hay poco interés en ellos y después, porque este ruido del escándalo de Frena es ensordecedor.
La inflación de la primera quincena de septiembre acompañará a la decisión de política monetaria de la Junta de Gobierno del Banco de México y puede ser contrastante una laxitud en las tasas de interés con una inflación que esté por arriba de la meta.
Esta semana también conoceremos el Índice Global de la Actividad Económica, el IGAE, que en su medición de julio podría demostrar que la fuerza del rebote es mucho menor a lo que se necesita para aspirar a una recuperación sostenida.
Y ni hablar de como este nuevo escándalo de opositores a la 4T, plantando casas de campaña vacías en las calles, esconde la realidad de ir camino a los 80 mil muertos por Covid-19 y de ahí a los cien mil ante la aceptación de que estamos en la antesala de un rebrote.
En fin, si los opositores serios no aprovechan este episodio para dejar en claro que hay diferencias entre los que piensan diferente al Presidente, el capítulo de la toma de las calles de la Ciudad de México por parte de Frena, será un festín propagandístico para este Gobierno.
@campossuarez