La vuelta a las aulas tras los confinamientos y las vacaciones no está vinculada en la mayoría de los casos al aumento de las infecciones de Covid-19, según un estudio realizado en 191 países, si bien los cierres de las escuelas dejarán en 2020 una “deuda pandémica de aprendizaje” de 300 mil millones de días de escuela perdidos.
El estudio, realizado por la fundación educativa independiente Insights for Education (IfE), con sede en Zúrich, señaló que el 84% de esos 300 mil millones de días los perderán los niños de los países más pobres, y advirtió que 711 millones de alumnos siguen sin asistir a la escuela.
“Se ha asumido que la apertura de las escuelas disparará las infecciones y que su cierre las reducirá, pero la realidad es mucho más compleja”, dijo la fundadora y presidenta ejecutiva del IfE, Randa Grob-Zakhary.
La gran mayoría —el 92%— de los países que han superado su primera ola de infecciones de Covid-19 han comenzado a reabrir sus sistemas escolares, pese a que aunque algunos están haciendo frente a una segunda ola.
La IfE concluyó que 52 países que enviaron a los estudiantes de vuelta a la escuela en agosto y septiembre, incluidos Francia y España, experimentaron un aumento de las tasas de infección durante las vacaciones en comparación con cuando estaban confinados durante por la pandemia.
En Reino Unido y Hungría, sin embargo, los niveles de contagio disminuyeron tras el cierre inicial de las escuelas, permanecieron bajos durante las vacaciones y comenzaron a aumentar después de la reapertura.
El análisis completo de estos 52 países no detectó ninguna correlación firme entre la situación de las escuelas y los contagios, lo que indica la necesidad de considerar otros factores, según la IfE.
“La clave ahora es aprender de los países que están reabriendo eficazmente en un contexto de aumento de las infecciones”, dijo Grob-Zakhary.
El informe indica que 44 países han mantenido sus escuelas cerradas.
También señaló que los países están elaborando estrategias para las escuelas durante la pandemia, incluidos algunos, como Italia y Francia, que deciden caso por caso a la hora de ordenar el cierre temporal de las escuelas.
Otras medidas incluyen políticas sobre mascarillas, rotaciones de clases y la combinación de aprendizaje en remoto con clases presenciales.
“Esta primera prueba mundial real pone de relieve cómo es la vida escolar en un mundo COVID”, dijo Grob-Zakhary. “Comprender cómo están lidiando los países que están atravesando una segunda ola masiva con esta nueva realidad en las aulas es esencial para orientar las futuras decisiones de reapertura y para ayudar a que las escuelas permanezcan abiertas”