Bajo el marco de una discusión abierta sobre el uso de las armas y la violencia por parte de las policías locales y federales en las naciones, reavivada por los incidentes contra personas de color en Estados Unidos, incluyendo el asesinato de George Floyd, hoy países como Bielorrusia y Francia se confrontan por el mismo tema.
Y es que la Policía de Bielorrusia tiene ya permiso para utilizar armas de combate en las calles, si es necesario, con tal de responder a lo que el Ministerio del Interior ha descrito como protestas masivas cada vez más radicalizadas contra el Gobierno. La Policía informó de la detención de 713 personas en manifestaciones masivas del fin de semana, en las que las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua y toletes para disolver a las multitudes, que exigen comicios.
En tanto, la Policía francesa protestó frente a sus comisarías, después de que decenas de asaltantes atacaron una en un suburbio de París con barras de metal y el lanzamiento de fuegos artificiales durante el fin de semana. Los agentes se congregaron al exterior de la sede de la Policía de París, con carteles que decían «Policía bajo ataque, ciudadanos en peligro (…) Queremos protección y reconocimiento».
FRASES
“Escucho a los políticos decir que la autoridad del Estado no tiene que ser pisoteada. Estoy de acuerdo. Quiero acciones para que esto no pase otra vez”
Grégory Joron
Representante del sindicato Unité SGP Police-Force
“Las protestas (…) se han vuelto extremadamente radicales (…) las tropas no abandonarán las calles y, si es necesario, utilizarán armas militares”
Gobierno de Bielorrusia
En comunicado oficial
LEG