Como cada año, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2021 trajo desilusión al sector turístico, pues aunque contempla un inédito incremento para Sectur de más 600% con un monto de más de 38 mil millones de pesos, 94% de esta cantidad se destinará al Tren Maya, obra insignia de la actual administración.
Eso quiere decir que en términos reales la dependencia de Miguel Torruco Marqués tendrá apenas poco más de 2 mil millones de pesos para operar, contra los más de 5 mil que tuvo en 2020.
Un proyecto como el Tren Maya es realmente necesario, pues atenderá una deuda histórica con el desarrollo del sureste mexicano, pero ¿debe caer todo el peso sobre Sectur y Fonatur, cuando a lo largo de todo el país hay un sector turístico severamente golpeado por la crisis sanitaria y que ha sido olvidado por la autoridad federal?
No es la primera duda que surge respecto al Tren Maya, pues también están el impacto al medio ambiente, la afectación al patrimonio histórico y arqueológico, el desplazamiento de habitantes de la zona, entre otras.
Estas últimas particularmente se trataron de disipar en la gira de supervisión que hizo el presidente López Obrador este fin de semana en los primeros 4 tramos de la obra.
Acompañado del titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, entre otros funcionarios, se enfatizaron los acuerdos que hay para el cuidado en materia ambiental, incluso tendrá un largo tramo eléctrico.
El INAH ya determinó las 52 zonas arqueológicas que hay a lo largo de la obra, y no habrá ningún desplazamiento forzoso para reubicar a quienes estén asentados en los derechos de vía.
Todo indica pues, que el proyecto está en orden y los beneficios llegarán hasta los estratos sociales más bajos, cosa que está muy bien, pero retomando la primera pregunta ¿estamos en condiciones de apostar tanto presupuesto en una obra que contribuirá en una sola región de México?
El presupuesto 2021 deja nuevamente sin recursos al programa Pueblos Mágicos, pese a que pueden ser un motor en la reactivación del turismo tras la pandemia.
El Sello Punto Limpio que emite Sectur de manera gratuita, requiere que el prestador de servicio pague a un consultor externo, y el programa Impulso al Sector Hotelero a través de la banca comercial contempla tasas altas que “inhiben tomar los recursos” como en su momento lo comentó Luis Barrios, presidente de la ANCH.
El propio presidente de AMAV, Eduardo Paniagua, reconoció que los agentes de viajes no se inclinaron por esta medida, pese a que el programa se los permitía; y por parte del CNET, su vicepresidente Juan Ignacio Rodríguez destacó que desde la banca de desarrollo y comercial debe haber más flexibilidad.
Entonces, ¿en verdad es prioritario echar toda la carne del turismo al Tren Maya, y desestimar el llamado urgente que se hace en el resto del país?
El turismo es resiliente pero no sabemos hasta qué punto, ojalá los legisladores valoren adecuadamente el sector a la hora de aprobar el presupuesto.
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