Un satélite ruso fuera de servicio y la tercera fase de un cohete chino usado que flotan en órbita a unos mil kilómetros de la superficie terrestre podrían colisionar este jueves, informa Newsweek remitiéndose a LeoLabs.

La empresa con sede en California que rastrea los desechos espaciales califica de “muy alto” el riesgo de colisión.

Se trataría del satélite de navegación ruso Parus lanzado en 1989 y de la tercera fase de un cohete chino ChangZheng-4c que se lanzó en 2009, señaló el astrónomo Jonathan McDowell.

El impacto dispersaría miles de piezas más de basura espacial en la órbita, que significarían un riesgo significativo para el buen funcionamiento de los satélites en órbita.

Con información de RT.

cs