Farooq Muhammad es un paquistaní que durante dos años estuvo viviendo en México con un permiso de trabajo.
Antes de que comenzara la pandemia, Muhammad viajó a Pakistán para visitar a su familia; sin embargo, debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19 su regreso a México se vio afectado y pudo viajar a la Ciudad de México hasta septiembre.
Cuando llegó intentó renovar su documentación, pero al llegar al Aeropuerto Internacional Benito Juárez las autoridades le negaron la entrada.
Muhammad no habla inglés ni español y ha dicho que se le negó el acceso a un abogado y no se le ha informado la causa de su detención ni se le ha proporcionado un traductor.
La explicación oficial es que fue detenido por una “alerta migratoria” y el pakistaní acusó a las autoridades mexicanas de intentar presionarlo para que regrese a su país.
Al no saber nada de él, sus familiares se comunicaron con la clínica de derecho de refugiados de la Universidad Iberoamericana donde se encuentra el abogado Luis Xavier Carranca.
Los colegas de Carranca obtuvieron una orden judicial de un juez que prohibe el regreso forzado de Muhammad y pudieron visitarlo el pasado 17 de septiembre.
Además, los abogados ya se han encargado e presentar las denuncias correspondientes.
Muhammad se encuentra detenido en una sala de espera sin luz ni ventilación y solo puede salir al baño. Los únicos alimentos que se le proporcionan son frutas y sandwiches.
El pakistaní comparte la habitación con otros viajeros que esperan ser deportados.
Sus abogados aseguran que Muhammad se encuentra muy desesperado y psicológicamente enfermo.
Hasta el momento los abogados solo han podido reunirse con Muhammad en dos ocasiones.
Se presentó solicitud de medidas cautelares ante la @CIDH (MC-938-20) hace unas semanas. Esperamos que se concedan debido a la gravedad del caso. Por las condiciones y prolongación del encierro, Farooq ha ido perdiendo peso y su salud física y psicológica continúa en detrimento.
— Clínica Jurídica Alaíde Foppa (@CJRAlaideFoppa) October 13, 2020
Se ve muy demacrado. Sabemos que llora todos los días y es claro que enfrenta una gran depresión. Las condiciones y tratamiento al que lo someten las autoridades migratorias buscan romperlo psicológicamente para que acepte retornar a su país.
— Clínica Jurídica Alaíde Foppa (@CJRAlaideFoppa) October 13, 2020
ICA