Foto: Reuters Martins tocó con las principales orquestas de Estados Unidos y Europa y grabó las obras completas para piano de Bach, pero las lesiones terminaron con su carrera  

El aclamado pianista brasileño João Carlos Martins no ha tocado con 10 dedos desde que perdió el uso de su mano derecha en un atraco en 1995 en Bulgaria.

Pero hoy ha vuelto a interpretar sus sonatas favoritas de Bach gracias a “guantes biónicos” inventados por el diseñador industrial Ubiratan Bizarro.

“Cuando me mostró los guantes, bromeé diciendo que eran para boxear, no para tocar el piano”, dijo Martins, de 80 años, sobre los guantes negros de neoprene hechos con una impresora 3D.

Los guantes tienen varillas que hacen que los dedos se impulsen hacia arriba luego de presionar las teclas y permiten que el pianista continúe tocando.

Martins tocó con las principales orquestas de Estados Unidos y Europa y grabó las obras completas para piano de Bach, pero las lesiones terminaron con su carrera.

Durante muchos años tocó con una mano y un pulgar, pero perdió el uso de la mano izquierda debido a una distonia focal, una condición neurológica que afecta los músculos.

Bizarro dijo que tomó la idea de la tecnología usada en carreras de Fórmula 1. Gastó menos de 100 dólares para fabricar el primer par de guantes para Martins y ahora los exporta a Europa bajo el nombre de su marca: Bionic Extender Gloves.

Más de 3 mil años de antigüedad 

La tecnología biónica es una técnica que conjunta la arquitectura, la ingeniería y el diseño en la aplicación de soluciones biológicas.

No es una práctica nueva, se remonta al antiguo egipto cuando se ocupó la primera prótesis hace 3 mil años aproximadamente. Se trató de un dedo de madera que encajaba con el pie con una pieza hecha a la medida de cuero.

Años más tarde, el francés Ambroise Paré -quien era cirujano y barbero- creó una mano postiza que podía mover los dedos; el doctor sentó las bases para realizar amputaciones que permitieran dar paso al uso de implantes.

Así mismo, esta tecnología se relaciona con las guerras y tras importantes conflictos bélicos se han detectado avances en el desarrollo de prótesis. Después de la Segunda Guerra Mundial se empezaron a ocupar materiales como el titanio y el plástico.

La primera mano robótica se registró en 1961, por lo que el siglo pasado impulsó el despegue de la robótica moderna. Heinrich Ernst diseñó un artefacto que operaba a partir de un ordenador y, siguiendo esta línea, investigadores de un hospital en California hicieron el primer brazo robótico que asistiría a pacientes con limitaciones físicas, en 1963.

El cine también ha implementado brazos biónicos en sus personajes, como Anakin Skywalker, cuando Dooku corta su brazo derecho en las cintas de Star Wars. Esta tecnología ha comenzado a hacerse realidad y la venta de este tipo de aparatos inteligentes se vuelve más popular; mientras que son cada vez más sofisticados y ergonómicos, incluso, saben cuando hay que dejar de hacer presión en un objeto antes de dañarlo.

+Fuente www.bbvaopenmind.com

FRASE
“Poder usar los 10 dedos de vuelta 20 años después es un milagro para mí a los 80 años”, João Carlos Martins, pianista.

LEG