El flamante presidente de Morena, Mario Delgado, pidió a sus precandidatos a puestos de elección popular “lealtad al Gobierno de la 4T’’ y “acompañamiento al Presidente para fortalecer el proyecto’’.

Todos los candidatos, a la hora de ser postulados, juran representar los postulados de sus respectivos partidos.

Pero no les piden “jurar’’ su apoyo a un personaje en particular.

Delgado tiene prisa por corresponder al espaldarazo que recibió de López Obrador para llegar a la posición que ocupa y por ello comete este tipo de excesos verbales sin darse cuenta que es presidente de un partido político, no una secta.

La lealtad exigida por Delgado es la misma que demanda López Obrador a sus secretarios de Estado: lealtad ciega, sin cuestionamientos y sin razonamientos sobre lo bueno o malo de las políticas de Gobierno.

No importa que los funcionarios hayan demostrado su incompetencia, todo se les perdona si son leales.

Si no, pregúntele a cualquier veracruzano como les ha ido con el “honesto’’ pero incompetente gobernador Cuitláhuac García, que a duras penas puede leer de corrido un discurso.

¿Y qué ha pasado con la Secretaría del Bienestar? Bueno ahí está el secretario Javier May sin definir la estrategia para ayudar a las decenas de miles de damnificados en Tabasco.

El censo de damnificados comienza hoy terminará el 6 de diciembre; para el día 20 de diciembre comenzará el reparto de la ayuda.

Mes y medio después de la tragedia.

¿Y qué decir del INSABI?

El Presidente dijo que él prefiere funcionarios con el 90% de “honestidad’’ y 10% de capacidad.

Ya se vio que la fórmula no funciona y aún así el presidente de Morena prefiere o preferirá a candidatos 100% leales aunque en el camino demuestren su incompetencia, por que al final lo único que les interesa es que puedan replicar el mensaje de un personaje iluminado.

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A juzgar por el trato, el presidente López Obrador debe estar muy enojado con el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, porque a pesar de que el estado también ha resultado afectado por inundaciones, nada se ha dicho de apoyar a sus pobladores.

Escandón fue el presidente del Tribunal de Justicia de Chiapas y llegó a la gubernatura luego de que Eduardo Ramírez, hoy presidente del Senado, declinó -o lo hicieron declinar- a pesar de que encabezaba con suficiencia las encuestas para gobernador pero por el Partido Verde.

Como sea, Escandón es de los gobernadores de los que menos se habla en los medios y pareciera que el Presidente, por alguna razón, le está aplicando la ley del hielo.

Sus razones tendrá, ¿pero qué culpa tienen los chiapanecos afectados?

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Una extraña rebelión está ocurriendo en Nuevo León.

Se supone que Morena tenía planchada la candidatura de Clara Luz Flores, presidenta municipal de Escobedo, a la gubernatura del Estado.

Pero de la nada ha surgido un grupo muy fuerte que se opone a esta candidatura y pretende que sea para Tatiana Clouthier, quien en principio dijo que no.

Ni modo que digan que los inconformes están maiceados por el PAN o por el PRI, porque en Morena todo es derecho.

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Carlos Joaquín González fue designado presidente de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional.

Aparentemente se trata de un cargo honorífico, pero dada la belicosidad que ha demostrado el grupo -algunos de ellos forman parte de la Alianza Federalista-, habrá que ver los malabares que hará el gobernador para cumplir las expectativas de sus colegas sin hacer enojar -demasiado- a ya saben quién.

LEG