Un grupo de científicos reveló que habían observado del nacimiento de una estrella magnética, cuya luz llegó al planeta a principios de 2020.
Los investigadores creen que la magnetar se formó por la fusión de dos estrellas de neutrones, lo que nunca antes se había observado.
La fusión dio como resultado una kilonova brillante, la más brillante jamás vista, cuya luz finalmente llegó a la Tierra el 22 de mayo de 2020.
¿Qué es una kilonova?
Una kilonova es el resplandor provocado por la desintegración radiactiva de elementos pesados exclusivos de la fusión de dos estrellas de neutrones.
Kilo significa mil, y una kilonova lleva su nombre por su espectacular brillo máximo, que podría ser mil veces mayor que una nova clásica ordinaria (pero solo una fracción tan brillante como una supernova).
Los científicos creían que el resultado más probable de la fusión de dos estrellas de neutrones era un agujero negro. Pero estos hallazgos, detallados en un artículo que se publicará en The Astrophysical Journal a finales del año, cuenta una historia diferente.
“Cuando dos estrellas de neutrones se fusionan, el resultado predicho más común es que forman una estrella de neutrones pesada que colapsa en un agujero negro en milisegundos o menos”, dijo Wen-fai Fong de Northwestern, quien dirigió el estudio.
“Nuestro estudio muestra que es posible que, para esta breve explosión de rayos gamma en particular, el objeto pesado sobreviviera. En lugar de colapsar en un agujero negro, se convirtió en una magnetar: una estrella de neutrones que gira rápidamente y que tiene grandes campos magnéticos, descargando energía en su entorno circundante y creando el brillo muy brillante que vemos”, añadió en el comunicado.
Esta es la primera vez que los investigadores han visto evidencia de la fusión de estrellas de neutrones que dan a luz a un planeta.
¿Nuevo Fenómeno?
Después de que el Observatorio Swift Neil Gehrels de la NASA detectó la luz por primera vez, los científicos reclutaron otros telescopios, incluido el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, el Very Large Array, el Observatorio WM Keck y la red del Telescopio Global del Observatorio Las Cumbres, para estudiar las secuelas de la explosión y sus efectos
“A medida que llegaban los datos, estábamos formando una imagen del mecanismo que producía la luz que estábamos viendo”, dijo el co-investigador del estudio, Tanmoy Laskar de la Universidad de Bath en el Reino Unido.
“A medida que obtuvimos las observaciones del Hubble, tuvimos que cambiar completamente nuestro proceso de pensamiento, porque la información que agregó Hubble nos hizo darnos cuenta de que teníamos que descartar nuestro pensamiento convencional y que estaba ocurriendo un nuevo fenómeno. Luego tuvimos que averiguar qué significaba eso para la física detrás de estas explosiones extremadamente enérgicas”.
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