@guerrerochipres

A dos años de su Gobierno, el recuento de acciones del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador es parte de un proceso de adhesión identitaria: ¿la gestión de la crisis sanitaria y la ausencia de resultados prominentes en transformación son más relevantes que la lucha contra la corrupción y el desplazamiento del PRI y del PAN así como de los intereses que se agrupaban alrededor?

El régimen anterior, con décadas en el poder, infiltró cada rincón de las prácticas cotidianas, reveladoras de una descomposición que no cesa de conocerse.

Al mismo tiempo, esta gestión enfrenta controversialmente una crisis enorme de carácter global sin haber resuelto visiblemente el tema de la violencia nacional, particularmente grave en entidades como Guanajuato, para recordar también, la única entidad en que no ganó el voto por AMLO para la Presidencia de la República.

Con independencia de nuestra adhesión política, está por delante la presentación de evidencia sobre la disminución de la crisis sanitaria heredada y acentuada por la pandemia, la económica con una visión integral y de conjunto que dialogue con las oportunidades globales así como las presiones de seguridad derivadas de un esquema estratégico de atención pendiente de ser claramente visibilizado.

También por supuesto, es clara la inhabilidad de las oposiciones de acreditarse popularmente; les falta demostrar que sus propuestas y tonos no están más cercanos de su resentimiento que de su sentido común alguna vez acreditado; parece difícil que conviertan en oportunidad de poder su apuesta: no surge por ningún lado con meridiana claridad la eficacia de su liderazgo.

Han sido dos años difíciles. Ante una audiencia más joven que en razón de su edad apenas, parecería, podría reconocer la diferencia con el pasado, el Gobierno y las oposiciones tienen oportunidad. Los jóvenes son nuevamente la clave de la evaluación.

Es altamente probable que una mejor aproximación para dar respuesta a las interrogantes se encuentre en muchos hogares donde hay información que corre de boca en boca, contada por los mayores desde donde perciben o no un cambio en México.

Desde mi perspectiva hay un proyecto para incentivar la participación de los ciudadanos en temas que antes no le eran presentados. La agenda se determina en la Mañanera y no hay aun rival creíble para ese liderazgo. La búsqueda de la horizontalidad tiene como resultado ciudadanos con mayor certeza de la información que tienen para poder opinar.

La actuación de mujeres en sitios de decisión, constituye en si, un replanteamiento del imaginario. Aún así está claro que esa agenda no es prioridad mas que para algunos, como el caso de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, quien distingue a la 4T como en ningún otro caso de gobernante en activo.

La prioridad social por los menos favorecidos tiene un impacto, sí, heterogéneo y aun insuficiente. Pendientes aparecen los resultados para ellos en materia económica, sanitaria y de seguridad.