A regañadientes, pero los diputados de Morena tuvieron que recular en su intención de aprobar ayer las polémicas reformas al Banco de México.
No es que la reforma no vaya a pasar, sino que se dará tiempo para “escuchar’’ a las voces de banqueros, del propio Banco de México y de empresarios para tratar de “enriquecer’’ el documento que ya fue aprobado por el Senado.
Tanto Ricardo Monreal como Ignacio Mier, coordinadores de las bancadas de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados, tuvieron que hacer de tripas corazón para anunciar que se creará una comisión bicameral para analizar posibles cambios a la reforma “sin perder la esencia’’, es decir, sin dejar de insistir en que los dólares en efectivo que no puedan repatriarse los compre el Banco de México.
Si los legisladores hubieran escuchado las opciones que el propio Banco Central ofreció para apoyar a los bancos a repatriar su reserva de dólares, esta discusión no existiría.
Cierto que hubo un diálogo en el Senado anterior a la aprobación de la reforma, pero no fue una negociación.
Una charla de café pues para escuchar qué pensaba el gobernador del banco central pero que no tenía como objetivo el aceptar las recomendaciones para matizar el efecto adverso que podría tener la reforma en el sistema financiero mexicano y en la autonomía de la institución.
Ahora se ha dado un plazo de mes y medio antes de que inicie el próximo periodo ordinario, en febrero, para escuchar y suponemos incluir las propuestas que harán los banqueros.
Es a todas luces una buena decisión, que habría sido mucho más valorada si el diálogo anterior a la aprobación hubiera arrojado como resultado una reforma consensuada.
Las cartas están echadas: Los banqueros y parte del sector empresarial quieren tirar la reforma o modificarla sustancialmente.
Los legisladores de Morena dicen que a ver, pero de que se mantiene la intención de beneficiar a los mexicanos que envían remesas en efectivo o a los turistas, ahí no hay negociación.
Ups.
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Como es típico de la mayoría de los secretarios de gabinete cada que hay un tema caliente, el secretario de Hacienda Arturo Herrera salió a fijar su posición en el tema de la reforma a la Ley de Banco de México…Una semana después de su aprobación y tras dos semanas de discusión pública.
Herrera dijo vía Twitter que posponer la aprobación de dicha reforma
“parece una medida adecuada al dar espacio para tener una discusión más técnica y profunda.
“Seguiremos atentos para proveer información e intercambiar opiniones con los diferentes actores, de manera destacada con el Legislativo”.
Herrera dijo que la motivación inicial de la iniciativa debe ser atendida, “específicamente para que los mexicanos en Estados Unidos puedan enviar las remesas de manera segura y a costo eficiente.
“Claramente no se analizaron las muy importantes implicaciones para el sistema financiero mexicano”.
Esa declaración pudo haberla hecho hace dos semanas y le hubiera ahorrado a su jefe cualquier cantidad de críticas.
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La directora de la UNICEF, Henrietta Fore, aseguró que los maestros deberían tener prioridad para ser vacunados contra el Covid-19.
Y tiene toda la razón.
“Vacunar a los maestros es un paso clave para encarrilar de nuevo la situación.
“Los maestros deben ser priorizados para recibir la vacuna contra el Covid-19 una vez que el personal sanitario y las poblaciones de riesgo sean vacunadas’’, dijo.
Una señal de normalización de la vida será la vuelta a las escuelas.
Ojalá que Hugo López-Gatell ponga atención al llamado.
LEG