Una enfermera de UCI del Jackson Memorial Hospital que trabaja en la unidad de Covid-19 y que ha pasado meses al cuidado de los pacientes, ahora, pide ayuda al público, pues en el lapso de unos meses, María Sulayman, de 44 años, ha lidiado con varios problemas físicos y emocionales.
Ella y sus dos hijos contrajeron Covid-19, su esposo murió mientras trabajaba en Pensacola y está está a punto de ser desalojada.
Sulayman debe seis meses de alquiler, por la enfermedad ha estado sin trabajo durante tres meses, y las facturas del funeral, los honorarios legales y los comestibles siguen acumulándose.
“Fue tan desgarrador escuchar que ella ha pasado por tanto”, dijo la portavoz de Jackson, Lidia Amoretti, la agencia que nominó a Sulayman para Wish Book.
“Ella ha estado luchando para curar y tratar a la gente, estando lejos de su familia. Solo lo sentí por ella Quería asegurarme de que la gente no se olvidara de ella”.
Sulayman dijo que su arrendador está buscando vender la casa, lo que significa que no podría quedarse aún cuando pague el alquiler atrasado. Ahora, ella y sus dos hijos tienen que encontrar un nuevo lugar para vivir antes de fin de año o podrían quedarse sin hogar.
“Honestamente, el hogar es donde está el corazón. Así que mientras mis hijos y yo estemos juntos idealmente, no me importa ”, dijo. “Pero me preocupa no tener un techo sobre mi cabeza y quedarme sin hogar”.
Sulayman comenzó a trabajar con pacientes con Covid-19 en marzo y dijo que era muy cautelosa cuando se trataba de su familia. Evitaba abrazarlos o hacer otro contacto. Pero cuando contrajo el virus unos meses después de un compañero de trabajo, sus dos hijos pronto también lo contrajeron.
Aunque ella y su hijo, Anthony Davis, de 24 años, solo mostraron síntomas menores, su hija Suzanne Davis, de 21, tuvo complicaciones.
“Mis síntomas fueron leves durante 10 días, que fueron como dolor de cabeza, dolor de garganta, secreción nasal, síntomas parecidos a los de la gripe”, dijo. “Mi hija estaba desarrollando neumonía. Me cansé de tratarla durante los primeros 10 días “.
Aunque Sulayman regresó al trabajo, su hija contrajo Covid-19 nuevamente, por lo que se fue de nuevo. Ella planeaba regresar a trabajar el 13 de septiembre, pero el 10 de septiembre, recibió la noticia de que su esposo, que era dueño de un negocio de tala de árboles, había muerto en el trabajo.
“Me desperté esa mañana y supe que algo andaba mal. Estaba fuera de la ciudad por el huracán Sally cortando algunos árboles … en Pensacola. Fue su último trabajo del día. Estaba a punto de volver a casa ”, dijo Sulayman.
Según Sulayman, su esposo se cayó de unos 30 metros del árbol y se rompió la médula espinal.
Una vez más, tuvo que retrasar el trabajo y un salario fijo.
Aunque su esposo, Jordan Dunlop, tenía seguro por muerte accidental hasta febrero, la pareja decidió que las primas eran demasiado caras y lo eliminaron de la póliza. Como resultado, Sulayman ahora tiene que cubrir todos los gastos del funeral y administrar los asuntos pendientes de su esposo.
Dijo que comenzó una página de financiación de GoFundMe y Facebook, pero que no ha recibido lo suficiente. Ella estimó que los gastos adicionales y la falta de trabajo la han endeudado alrededor de 25 mil dólares.
“La meditación y el yoga son las únicas cosas que me mantienen en movimiento en este momento”, dijo. “Estoy en el proceso de encontrar un consejero de duelo antes de volver al trabajo”.
“El trabajo de los profesionales médicos durante una pandemia es agotador”, dijo Sulayman
Asimismo, asegura que la unidad Covid-19 en el Jackson Memorial Hospital han estado tratando de hacer lo mejor que pueden, con los recursos que tienen a mano a pesar de no tener todas las respuestas. El trabajo se complica para las personas que no se toman en serio la amenaza del Covid-19 o creen que es un engaño.
“Es agotador no poder procesar lo que está pasando. El solo hecho de estar lejos de sus familias ha sido realmente difícil, y la gente que no se lo toma en serio ha sido lo más agotador ”, dijo Sulayman.
A pesar de todos estos problemas, Sulayman mantiene la esperanza de su futuro. Está a un año de terminar su licencia de enfermera practicante y luego planea abrir una práctica holística privada.
EFVE