Impresionado por los esfuerzos de sus hijas, el padre Benedikt Schwaderlapp decidió comercializar el juego del Coronavirus contratando a un artista para diseñar tarjetas, tablero y caja. Hasta ahora ha vendido 2 mil copias
Foto: Reuters Impresionado por los esfuerzos de sus hijas, el padre Benedikt Schwaderlapp decidió comercializar el juego del Coronavirus contratando a un artista para diseñar tarjetas, tablero y caja. Hasta ahora ha vendido 2 mil copias  

WIESBADEN.- Durante la primera cuarentena en Alemania, las cuatro hermanas Schwaderlapp decidieron dar un buen uso a las largas horas que pasaban encerradas e inventaron un juego de mesa inspirado en el coronavirus que está vendiendo miles de unidades.

“Corona” es un juego para hasta cuatro personas, que compiten para comprar todos los alimentos de una lista para ayudar a un vecino anciano que se protege del virus.

Los jugadores recolectan e intercambian tarjetas y el ganador es quien entrega todos los artículos primero.

Los obstáculos incluyen encontrarse con el virus, lo que pone al jugador en cuarentena, o descubrir que los acaparadores ya se han llevado toda la pasta o los rollos de papel higiénico.

“El principio básico es de solidaridad”, dijo Sarah, de 20 años, a Reuters TV desde la casa de su familia en la ciudad occidental de Wiesbaden. “Pero cada uno de los jugadores puede decidir cooperar con los demás (…) o hacer las cosas más difíciles para ellos bloqueando su camino con el virus”.

Las hermanas trabajaron en el juego durante la mayoría de las noches de la cuarentena impuesta en la primavera boreal, incorporando gradualmente más elementos de las noticias sobre la pandemia.

“Ese fue el caso del acaparamiento. Y vimos sobre los conciertos en el balcón en Italia y también lo convertimos en una carta”, agregó Rebecca.

Impresionado por los esfuerzos de sus hijas, el padre Benedikt Schwaderlapp decidió comercializar el juego contratando a un artista para diseñar tarjetas, tablero y caja. Hasta ahora ha vendido 2 mil copias y firmó un acuerdo con una juguetería como distribuidor secundario.

“Como el juego ha sido tan popular, ha sido todo un desafío para nuestra operación familiar: empaquetar y publicar 500 juegos en un período muy corto”, dijo el padre. “La demanda ha sido enorme en toda Alemania”.

 

MGL