Washington. Estados Unidos ratificó hoy que la legalización de las drogas no es parte de su política ni encarcelar a todo transgresor, sino que su enfoque es la salud pública sin consumo de drogas y el desmantelamiento de las organizaciones criminales transnacionales.

 

El director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas (ONDCP), Gil Kerlikowske, dijo que su país toma “muy seriamente” su responsabilidad de interrumpir las actividades de los grandes grupos de la droga que operan en su territorio.

 

Kerlikowske indicó que esas organizaciones “no se disolverán si se legalizan las drogas”, porque tienen negocios “diversificados” que incluyen también el robo de la propiedad intelectual.

 

Muestra de ello, destacó el denominado zar antidrogas en un discurso en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), fue el desmantelamiento de 612 de estas organizaciones el año pasado.

 

Agregó que representan un desafío, no solo por la distribución de drogas, sino por la diversificación de sus operaciones con tráfico humano, contrabando, el fraude financiero y la extorsión, “expandiendo violencia, corrupción y terror donde operan”.

 

“Esos grupos están en el negocio por dinero y poder y no hay límite a los planes que emplean para extraer ingresos de nuestras sociedades”, aseveró.

 

El funcionario reiteró la condena contra el ilícito negocio y lo que calificó como la “horrenda narcoviolencia” que lo caracteriza, al prometer un trabajo conjunto para impedir esa “barbaridad”.

 

 

La administración del presidente Barack Obama “condena la horrenda violencia relacionada con las drogas y está comprometida a asociarse con el gobierno mexicano para desmantelar los cárteles que cometen esa barbaridad”, anotó.

 

 

Además destacó los avances para reducir la violencia en Colombia y lograr una reducción del 25 en la producción de cocaína el año pasado en ese país.

 

 

“Las cifras son ciertamente alentadoras, pero no deberían distraernos del hecho de que las organizaciones criminales transnacionales que suministran la cocaína son una amenaza a la sociedad civil en todo lugar, como lo hemos visto con nuestro vecino del sur, México”, recalcó.