De acuerdo con el comunicado de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), la actualización inflacionaria al IEPS en gasolinas, bebidas azucaradas y cigarros marcan el arranque de la escalada de precios a productos de la canasta básica, lo que anticipa una cuesta de enero compleja, por demás atípica.

El anuncio hecho por el Gobierno federal sobre este aumento de impuestos, significará que pagaremos de IEPS: litro de gasolina Magna, $5.11; litro de gasolina Premium, $4.31; litro de bebida azucarada, $1.30 y por un cigarro, $0.51. La inflación se presionará en un año que estadísticamente deberá ser mejor respecto a 2019. Con ello, ¿podríamos pensar en niveles más cercanos al 4.0% anual? Todo esto a pesar de conocer el día de hoy la inflación a diciembre y de 2021.

Aplican prohibición a pesar de pandemia   

Resulta increíble que en plena pandemia por el Covid-19, los productos plásticos como cubiertos y contenedores de alimentos, entre otros, “que han sido una alternativa para evitar contagios al utilizarse para el manejo, distribución y consumo de comida en hospitales y restaurantes”, estén prohibidos y más cuando la industria del plástico no ha contado con el tiempo suficiente para poder iniciar la transición a materiales compostables

Y es que, debido a la pandemia desde marzo del año pasado, empresas del sector se vieron obligadas a cerrar o restringir sus operaciones, acción que provocó el no poder contar con la capacidad técnica, financiera, ni de investigación para lograr dicha transición, pues no hay forma de cómo buscar alternativas tecnológicas en equipos y materias primas para poder satisfacer esa necesidad de compostables

Por si fuera poco, la capacidad mundial de estos materiales que equivale a dos millones de toneladas año, no alcanza a cubrir la demanda mexicana que ronda los 3.3 millones, que por cierto, se importan.

A pesar de ello, las autoridades de la CDMX, encabezadas por Claudia Sheinbaum y Marina Robles desde la SEDEMA, tomaron la decisión de prohibir con el arranque de 2021, la comercialización, distribución y entrega de productos plásticos como tenedores, cuchillos, cucharas, platos, vasos y sus tapas, así como charolas para transportar alimentos entre otros, excepto los que sean compostables; creemos que el formato de legislación es ineficiente al no medir impactos y generar normas planeadas correctamente.  

Y aunque la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), de Aldimir Torres Arenas, y los Industriales de Bolsas Plásticas de México (INBOPLAST), de Álvaro Hernández, han hecho ver a la autoridad que la medida no es viable en ningún sentido y los productos de plástico y desechables son “fácilmente higienizables” en comparación a otros materiales, nada más que no son tomados en cuenta, es decir, no hay un diálogo incluyente.  

Entre las próximas afectaciones tenemos que una resina de un producto tradicional usada para fabricar un vaso o un plato desechable cuesta 1.30 dólares, mientras que los compostables tienen un costo más o menos de 4.30 dólares, esa diferencia en precios la tendrá que pagar el sector restaurantero, los pequeños comercios o el usuario final, causando una severa afectación a los bolsillos.  

Lo anterior aunado a la pérdida de entre 30 y 50 mil empleos del sector que se vislumbran, pues de los 30 mil millones de dólares que vale la Industria del Plástico en México, el sector de productos desechables representa un 20% y de este porcentaje cerca de un 25% se comercializa en la capital.  

A nivel mundial, las prohibiciones no son las soluciones técnicas adecuadas al problema de la contaminación, son simples salidas populistas que busca la autoridad porque no ha mitigado el impacto a nivel ambiental y la industria sigue firme en dialogar, pues mientras no se tenga un manejo adecuado de gestión de residuos, se seguirá con la generación de basura y esto no ayuda para nada en mitigar los impactos en el medio ambiente.

                                                                                                               @1ahuerta