Los buceadores indonesios tuvieron que interrumpir este miércoles debido al mal tiempo la búsqueda de la segunda caja negra del Boeing que cayó al mar frente a Yakarta con 62 personas a bordo el pasado sábado.
Los submarinistas recuperaron el martes la primera caja negra, que registra los parámetros de vuelo (FDR) y ahora se concentran en la búsqueda de las grabaciones de las conversaciones de la cabina de los pilotos.
Esta segunda caja negra con las grabaciones podría ofrecer informaciones cruciales para entender el porqué de la súbita caída de 10 mil pies (3 mil metros) del Boeing 737-500 de Sriwijaya Air en menos de un minuto antes de sumergirse en el mar de Java el sábado.
Las cajas negras, que registran en particular la velocidad, la altitud y la dirección del aparato, ayudan a determinar las causas de los accidentes en el 90% de los casos, según los expertos de la aviación.
La agencia estadounidense encargada de la seguridad de los transportes (NTSB) anunció en Twitter el envío de investigadores a Yakarta, junto con representantes de Boeing, de GE Aviation, el fabricante de los motores del aparato, y de la autoridad estadounidense de la Aviación (FAA).
Decenas de barcos y un robot submarino participaban en las tareas de búsqueda, que tuvieron que ser interrumpidas debido a las fuertes olas.
“Hemos suspendido debido a las condiciones meteorológicas. Todos los buceadores pararon las tareas”, dijo un portavoz de los equipos de submarinistas, Yusuf Latif.
Cuatro víctimas identificadas
Las autoridades todavía no han dado ninguna hipótesis sobre las causas que pudieron provocar la caída del aparato de 26 años de antigüedad.
“No es fácil encontrar a las víctimas ni los restos del avión porque los escombros y los restos humanos son a menudo pequeños y van a la deriva”, dijo a la AFP Agus Haryono, otro de los responsables de este equipo de búsqueda.
Los submarinistas principiantes “están tensos e incluso asustados cuando tienen que recuperar restos humanos por la noche”, explicó. “Pero conforme pasa el tiempo se hacen más fuertes ante este tipo de situaciones”.
Hasta el momento, cuatro víctimas han sido identificadas gracias a las huellas digitales, entre ellas, un piloto de 38 años que no estaba en servicio.
Cincuenta pasajeros, entre ellos 10 menores, y 12 miembros de la tripulación viajaban en este aparato, que se dirigía a Pontianak, una ciudad de la parte indonesia de la isla de Borneo.
Las autoridades pidieron a allegados de las víctimas que proporcionaran muestras de ADN para ayudar en el trabajo de identificación de los restos humanos.
La tripulación no emitió señales de socorro antes del accidente y el avión probablemente estaba entero cuando tocó el agua, indicaron las autoridades tras estudiar los primeros elementos disponibles.
La investigación sobre las causas del accidente podría llevar meses, pero se espera un informe preliminar dentro de un mes.
La catástrofe aérea suscitó informaciones falsas en internet, sobre todo con la publicación de un bebé supuestamente rescatado, pero que se trata en realidad de un niño salvado en 2018 en el accidente de un barco.
Problemas de seguridad
Se trata del primer accidente mortal desde principios de 2013 para la aerolínea Sriwijaya Air, una compañía que vuela entre el archipiélago indonesio y el sureste asiático.
Pero el sector del transporte aéreo indonesio ha conocido varias tragedias en los últimos años y varias compañías aéreas del país tenían prohibición de volar en Europa hasta 2018.
En octubre de 2018, 189 personas murieron en el accidente de un Boeing 737 MAX explotado por Lion Air que se estrelló en el mar de Java, 12 minutos de después de despegar de Yakarta.
El avión de Sriwijaya no pertenece a la nueva y controvertida generación de Boeing 737 MAX, es un Boeing 737 “clásico”.
ica