El primer Grand Slam del año reiteró que sus planes para iniciar el 8 de febrero siguen adelante, a pesar de que ya hay 72 tenistas en confinamiento en las habitaciones de sus hoteles.

El motivo es haber compartido un vuelo rumbo a Australia con una persona que dio luego positivo al Covid-19, por lo que son considerados “casos contacto” y están obligados a una cuarentena preventiva de dos semanas, sin poder disfrutar de las cinco horas diarias de entrenamiento que tenían autorizadas en un primer momento.

El sábado se habían conocido los casos positivos en dos vuelos, uno procedente de Los Angeles y otro de Abu Dabi, lo que provocaba el confinamiento estricto de 47 tenistas. La situación se agravó este domingo cuando se confirmó un positivo en otro vuelo, con origen en Doha, lo que conllevó automáticamente que las medidas se extendieran a otros 25 tenistas, elevando la cuenta a 72, entre jugadores y jugadoras.

Ninguno de los positivos en esos vuelos son de tenistas, aunque uno de ellos, Sylvain Bruneau, es el entrenador de la campeona del Abierto de Estados Unidos de 2019, la canadiense Bianca Andreescu, séptima jugadora mundial.

En el protocolo diseñado para permitir la disputa del primer gran torneo del año, que tiene previsto iniciarse el 8 de febrero, se contemplan estas medidas de confinamiento estricto para los “casos contacto”.

Algunas de las figuras que se encuentran entre los afectados son Victoria Azarenka, Sloane Stephens, Kei Nishikori y Angelique Kerber, según publicó la prensa local.

Algunos jugadores afectados por el confinamiento estricto rompieron las reglas de la cuarentena al abrir la puerta de su habitación. Se exponen ahora a multas que pueden llegar a 20,000 dólares australianos (15,300 dólares estadounidenses) y si hay casos de reincidencia podrían ser enviados a otro hotel donde tendrían un policía como vigilante delante de su puerta, advirtió la comisaria responsable de las cuarentenas por el Covid-19 en el Estado de Victoria, Emma Cassar.

Aunque la mayoría de los jugadores llegaron a Melbourne, las superestrellas como Novak Djokovic, Rafael Nadal, Serena Williams y Naomi Osaka volaron a la sureña ciudad australiana donde cumplen su aislamiento de 15 días aunque pueden entrenarse cinco horas al día.

Ya hay arrepentimientos

Varios jugadores, entre ellos, las tenistas Sorana Cirstea y Belinda Bencic, recurrieron a las redes sociales para quejarse de no poder entrenarse e incluso algunas reclamaron que nadie les había avisado de la estricta cuarentena en caso de que alguien diera positivo.

“Si nos lo hubieron dicho antes, no hubiera jugado en Australia”, tuiteó la rumana Cirstea, y la kajaza Yulia Putintseva parecía de acuerdo: “Me lo hubiera pensado dos veces antes de venir”, aseguró.

LEG