La detención de integrantes importantes del grupo de Los Zetas y la llegada de nuevos líderes que pretende apoderarse de la zona a través de operaciones de terror específicas, así como reportajes y notas publicadas en los últimos 6 meses por el periódico El Norte vinculados a organizaciones criminales y funcionarios corruptos, son algunas de las líneas de investigación que las autoridades federales revisan.

 

Después del último ataque perpetrado contra una de las oficinas del grupo editorial, uno de los más importantes de la región, funcionarios federales solicitaron información de inteligencia criminal para definir en qué contexto El Norte ha sufrido seis ataques desde 2010, pero que sólo en este año han ocurrido cuatro de ellos.

 

En un primer análisis, las autoridades han detectado como hechos relacionados con los embates al diario, las detenciones de tres de líderes-operadores de Los zetas: Daniel de Jesús Elizondo Ramírez, El Loco, capturado a finales de mayo; a mediados de junio fue detenido por la policía estatal Juan Francisco Treviño Chávez, El Quico (sobrino de Miguel Treviño Morales, El Z-40, segundo al mando de Los Zetas), y esta semana la Policía Federal detuvo a Hilario Guadalupe Reyna Cuevas, El Vago.

 

Todas esas personas, comentaron a 24-Horas las fuentes consultadas, tenían un mando operativo dentro de Nuevo León. “Movían sicarios, venta de droga, halcones, funcionarios corruptos, dinero y armas”, precisó uno de los funcionarios.

 

A cada acción, precisa un funcionario de inteligencia del gobierno, hay una reacción.

 

Otra línea de investigación es la publicación por parte de ese diario de la “pérdida” de más de 175 mil juegos de placas de automóviles del Instituto de Control Vehicular, lo que provocó un quebranto al erario por 33 millones de pesos.

 

Sembrar terror

 

Dentro de este escenario, explica uno de los analistas, se ha dado una aparente sustitución de mandos dentro de Los Zetas, personas que tienen antecedentes criminales graves y que parecería que su misión es “contener a sus enemigos, someter a las autoridades y sembrar terror en la región”, para lograr mantener el control de las operaciones ilegales en la entidad.

 

En ese contexto, añade el funcionario,  el periodismo serio y libre juega un papel importante, porque ese grupo no estaría dispuesto a que se publique información sobre sus operaciones y derrotas, además de que atacar a un diario representa una enorme publicidad que genera temor entre la población.

 

“En este escenario, El Norte está expuesto a un riesgo muy alto que se debe de atender de inmediato”, sostuvo uno de los funcionarios del gobierno federal consultados.

 

Las otras líneas

 

Por su parte, en la PGR presumen que los ataques perpetrados en contra del periódico El Norte podrían estar relacionados con otras agresiones perpetradas a establecimientos comerciales en Nuevo León en las últimas semanas y cuyo móvil obedecería a una estrategia de intimidación del crimen organizado en la entidad.

 

Autoridades de la dependencia federal  indicaron a este diario que no hay certeza aun de que las agresiones perpetradas los pasados 10 y 30 de julio en las oficinas del referido diario estén directamente vinculados con los contenidos editoriales que publica ese medio de comunicación.

 

Y es que, a reserva de que continúen las pesquisas correspondientes, en la PGR no descartan que los ataques al rotativo estén vinculados con los incidentes registrados el lunes en la tienda Soriana, del municipio de Guadalupe, con la agresión al denominado Casino Revolución perpetrada el viernes pasado, y otros incidentes de los últimos días.

 

El objetivo de dañar las instalaciones, generalmente a través de explosivos o incendios provocados, sería el de desestabilizar la zona mediante la intimidación a medios de comunicación y a la iniciativa privada.

 

En Nuevo León, según las investigaciones federales, operan células del Cartel del Golfo, del Pacífico y de Los Zetas, las cuales mantienen una disputa interna por el control de las rutas de trasiego de drogas.

 

Incendian distribuidora de revistas

 

 Por: Mónica Hernández

 

A un día de que el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, dijera que a su gobierno no lo intimidaban los ataques a comercios, empresas y casinos, un grupo armado incendio la distribuidora de revistas DIRSA.
El último de los ataques que iniciaron el pasado viernes con la agresión de un grupo armado contra el Casino Revolución, se registró ayer a las 10 de la mañana,  en contra de esa empresa, ubicada en la zona centro de Monterrey.

 

Los empleados fueron asaltados por los hombres armados.

 

Para el representante de la organización Artículo 19, Ricardo González, ese hecho podría ser un asalto del orden común, porque los atacantes se llevaron algunas cosas de valor.

 

Empero, no descartó la línea de investigación de que el mismo podría estar vinculado con la agresión del pasado domingo por la tarde en las instalaciones del suplemento de Sociales  Sierra Madre, ubicado en el municipio de San Pedro Garza García.