Observar un sembradío grande, libre y extenso, hasta allá donde alcanza la vista siempre es un deleite, sin embargo observar este mismo campo lleno de luz, con pequeños dispositivos luminosos que se mueven al ritmo del viento, es una obra de arte.
El artista y diseñador Daan Roosegaarde logró transformar un campo de puerros en casi una postal, que además ayuda a acelerar el crecimiento de las plantas y evitar el uso de productos químicos.
Bautizada como ‘GROW’, la obra de Roosegaarde “es un homenaje a la belleza de la agricultura” y “destaca la importancia de la innovación en el sistema agrícola”.
De acuerdo con la descripción del proyecto en el sitio web del artista GROW es, también, la primera parte de una serie de proyectos que Roosegaarde Studio irá lanzando con intención de hablar, a través del arte y la tecnología, de lo que nadie habla: el abandono del sector primario.
“‘GROW’ es un paisaje de ensueño que muestra la belleza de la luz y la sostenibilidad. No como una utopía, sino como una protopía, que va mejorando paso a paso”, comentó Roosegaarde, quien junto con su equipo de diseñadores y expertos tardó dos años en completar la obra.
aarl