recolectores de basura
Foto: Cuartoscuro / Archivo Sin uniforme, los recolectores de basura informales pasan de casa en casa recogiendo los desechos de otras personas para llevar comida a su mesa  

Toallas sanitarias, comida mezclada con envolturas de plástico, pañales y, en tiempos de pandemia, cubrebocas de todos los materiales y colores, son sólo algunos de los desechos que todos los días se encuentran trabajadores informales dedicados a la recolección de basura

En la Ciudad de México, existen alrededor de 10 mil trabajadores de este tipo, recolectores de basura “voluntarios”, quienes se ganan la vida llevándose los desechos de otras personas a cambio de unas monedas que podrían considerarse como “propinas”.

Al no contar con una relación de trabajo formal, son un grupo vulnerable debido a la falta de derechos laborales y seguridad social… a lo que en estos tiempos se suman los riesgos asociados a la pandemia de Covid-19, que llegó a la Ciudad de México en marzo pasado.

Y es que al ser informales, no sólo sus actividades les permiten obtener ingresos muy bajos, sino que sin seguridad social aumentan sus riesgos al manejar desechos sanitarios de los hogares que visitan, en los que no se sabe cuál alberga en su interior a una persona contagiada de Covid.

Ante esta situación se creó WIEGO, una red global centrada en empoderar a los trabajadores informales, especialmente a las mujeres, para asegurar sus medios de vida y promover la igualdad laboral, pues la organización considera que todos los trabajadores deben tener las mismas oportunidades económicas, derechos, protección y voz.

“Uno de los grupos con el que trabajamos, particularmente en la Ciudad de México, es con trabajadores voluntarios de limpieza que viven de las propinas y de la venta de los materiales reciclables”, declaró en una entrevista con 24 HORAS Tania Espinosa Sánchez, representante de WIEGO en México.

La crisis sanitaria agravó las condiciones laborales de los informales, pues “en el momento de reparto de insumos de protección muchas veces, al no reconocer la relación laboral que tienen con ellos, no les tocan estos insumos”, advirtió Espinosa Sánchez.

La especialista aseguró que convertirse en empleados formales es el principal objetivo de los recicladores, pues así podrán contar con un salario seguro, tener la posibilidad de atenderse en el seguro social, gozar de aguinaldo y días de vacaciones, por lo que la organización hace un llamado a las autoridades capitalinas para que lo tome en cuenta al momento de enviar el presupuesto para este sector.

De acuerdo a WIEGO, en México, el 57% de los trabajadores se encuentra en la economía informal, lo que implica a más de la mitad de la población ocupada. En el caso de la Ciudad de México, la organización destacó que los trabajadores con un empleo informal representan el 23% de la población económicamente activa (PEA), comparado a un 24% en empleo formal y 53% no ocupada.

 

AR