A partir del lunes 15 de febrero, el Reino Unido endurecerá los protocolos sanitarios para los británicos que regresen al país. Así lo anunció Matt Hancock, el secretario de Salud y Cuidados Sociales del gobierno de Boris Johnson, en un discurso en el Parlamento.
Ahora, cada británico que regrese a Inglaterra (no hay vuelos internacionales a otras partes del Reino Unido) desde uno de los 33 países en su “lista roja” (Argentina, Brasil, Portugal, Sudáfrica, Tanzania, entre otros), deberá presentar una prueba PCR negativa que no supere las 72 horas de realizada.
Además, estos pasajeros deberán entrar en cuarentena por 10 días en uno de los 16 hoteles designados por el gobierno, con cerca de 4 mil 700 habitaciones en total. El costo por la estancia será de mil 750 libras (alrededor de 49 mil pesos mexicanos) y será cubierto por cada viajero.
Asimismo, en los días 2 y 8 de la cuarentena, el pasajero deberá realizarse pruebas PCR adicionales. De ser positiva alguna de estas, la persona se someterá a una secuenciación genómica para confirmar si tiene una “variante de interés” de Covid-19, como las recientemente descubiertas en el Reino Unido y Sudáfrica.
Hancock aclaró que, bajo el nuevo esquema, se multará con mil libras a cualquiera que no se haga la prueba del día 2. Y si el pasajero omite la prueba del día 8, la multa ascenderá a 2 mil libras y se le sumarán cuatro días a su confinamiento, para un total de 14 días. En caso de que el individuo salga del hotel designado, la penalización será de entre 5 mil y 10 mil libras.
“No me disculpo por la fuerza de estas medidas”, añadió el político conservador, “la mayoría ha estado poniendo de su parte, haciendo sacrificios como parte del esfuerzo nacional. Y estas nuevas medidas garantizarán que ese trabajo no sea socavado por una minoría que no quiere seguir las reglas”.
LEG