En el PAN porque perdieron feo, en el PRI porque ganaron a pesar de, en el PRD porque apenas si se toleran entre ellos mismos… el caso es que en las tres principales fuerzas políticas han declarado que necesitan “reconstruirse”, “refundarse”, “transformarse”, “actualizarse”.

 

De Acción Nacional se entiende la urgencia por un cambio. Necesitan levantar el ánimo en sus militantes lo más pronto posible, antes de que los apabulle la desbandada que vendrá ahora que han perdido la Presidencia de la República, y deberán alistarse además para las elecciones del año entrante.

 

Pero en medio de tal urgencia, los antifelipistas y aquellos que consideran que la gestión de Felipe Calderón tuvo una buena parte de responsabilidad en la debacle blanquiazul, no quieren saber nada de él y rechazan su propuesta inmediata de reconstrucción del PAN -realizar la Asamblea Nacional en noviembre próximo- por considerarla una intentona para tomar el control del partido.

 

De ahí que -como le sucedió en su intención de llevar a Roberto Gil Zuarth a la dirigencia del PAN-, maderistas y yunquistas (más ahora uno que otro calderonista decepcionado), le cerrarán el paso a sus deseos en el Consejo Nacional del próximo día 11.

 

Según los maderistas -a nueve días del día D-, ya consiguieron la mayoría (la mitad más uno de los consejeros), por lo que la definición del rumbo del partido, así como la elección de un nuevo dirigente, se realizarían hasta el año entrante.

 

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CAMBIO DE ROPAJE EN EL PRI.- Del lado del PRI también parecen tener prisa en hacer cambios. Pero más que una reconstrucción de la maquinaria -esa funcionó de lo más aceitada en la campaña de Enrique Peña Nieto-, lo que parecen buscar es cambiar de ropaje, mejorar la imagen del partido hacia afuera.

 

La idea que ha esbozado Enrique Peña Nieto va en el sentido de “renovarse”, de “actualizarse” e ir acorde a los tiempos “modernos y democráticos”.

 

Aunque Jesús Murillo Karam adelantó que habrán de “meter mano” en los estatutos y documentos básicos.

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EL PRD RECIBIÓ OXÍGENO.- Si hace tres años Jesús Ortega, entonces presidente del PRD, urgía a Andrés Manuel López Obrador y a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a participar en la “refundación” del sol azteca dada la crisis que vivían en su interior, los resultados que obtuvieron este 1 de julio (gracias a López Obrador) le obsequiaron a ese instituto político un tanque de oxígeno.

 

Uno de Los Chuchos, Jesús Zambrano, está al frente del partido y permanecerá ahí hasta 2014. Ya tienen a un gobernador completamente suyo: Graco Ramírez en Morelos. Lograron buenas posiciones en las distintas bancadas en el Congreso y en la Asamblea Legislativa. Por mucho rebasan a sus aliados de izquierda: PT y Movimiento Ciudadano.

 

No se ve cómo Marcelo Ebrard pudiera hacerse del control del partido, ni tampoco se ve cómo Morena, PT y MC, si se unificaran en un nuevo partido, pudieran convertirse en alternativa frente a este PRD resurgido de la elección. No, por el momento al menos.

 

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GEMAS: Regalito tuitero de López Obrador a Soriana, luego de que lo responsabilizaron de las agresiones a sus instalaciones: “Los dueños del PRI pensaron que podrían comprar la Presidencia y ahora su dinero ilícito los está desnudando. No me culpen a mí. Serénense”.

 

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