La venta de alimentos para llevar, a consecuencia de la pandemia del Covid 19, ocasionó un aumento al doble del uso de utensilios de plástico y unicel que satura los rellenos sanitarios y los tiraderos de basura de Quintana Roo; por lo que se ha convertido en un problema de salud pública, advirtieron autoridades de protección al ambiente.
El año pasado venció la prórroga para la entrada en vigor de la Ley para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos del Estado de Quintana Roo que prohíbe el uso y venta de plásticos y desechables de un solo uso, por lo que se iniciarán operativos de verificación para que los establecimientos cumplan con las disposiciones en cuanto a venta solo de productos amigables con el medio ambiente.
Debido a las restricciones sanitarias para restaurantes y comedores, hay un exceso de bolsas, vasos, popotes, cubiertos de plásticos, así como charolas de unicel al incrementarse en más del doble su uso, derivado también del crecimiento población y sobre todo ahora durante la pandemia por Covid 19.
La generación de productos plásticos satura los rellenos sanitarios y disminuye su ciclo de vida.
Cabe resaltar que las sanciones a quien incumpla la ley pueden ir desde un apercibimiento, una multa de 20 a 40 mil UMAS, arresto hasta por 36 horas, clausuras temporales o definitivas; la suspensión de concesiones, registros, permisos o autorizaciones y hasta el veto de cinco a 10 años de los sitios no autorizados.
ica