A casi un año de haber cerrado el telón, el teatro está al borde del colapso, en peligro de extinción e incluso saliendo de terapia intensiva para casi recibir los “santos óleos”, así lo expresaron productores de esta industria, quienes lamentaron que el cierre de operaciones haya dejado hasta ahora pérdidas millonarias y afectaciones a más de 10 mil familias mexicanas.

Por lo anterior, los productores de teatro entre los que destacan Gerardo Quiroz, Morris Gilbert, Alejandro Gou, Fred Roldán, Juan Torres, Tito Dreinhüffer, Tina Galindo y Jorge Ortíz de Pinedo, se unieron para alzar la voz y exigir a las autoridades la reapertura de operaciones para abril próximo, con un aforo de 45% en espacios cerrados tomando en cuenta todas las medidas sanitarias necesarias para garantizar los cuidados a los asistentes.

Recordaron que el jueves pasado, sostuvieron una reunión con los representantes del Gobierno de la Ciudad de México, en donde se les propuso reabrir operaciones al aire libre y extender los plazos para operar en espacios cerrados hasta mayo o junio de 2021.

“Nos hicieron una propuesta que no iba encaminada a nuestro rubro, al universo de productores de teatro que estamos aquí, y la propuesta era usar espacios libres para hacer teatro, en las explanadas de las alcaldías; incluso nos querían prestar el espacio en donde está la ‘suavicrema’ y hacer teatro abajo y la verdad no aceptamos. Hasta en cierto momento nos vimos ofendidos de que no se nos catalogara como el nivel de productores que somos con el nivel de producciones que tenemos”, dijo Alejandro Gou, productor de obras como Hoy No Me Puedo Levantar.

En conferencia de prensa conjunta, Gou advirtió que a pesar de que los teatros se mantienen cerrados, los cobros de rentas, sueldos de algunos colaboradores y pagos de servicios como el de la luz no se detienen.

Aseguró que los dueños de algunos teatros hasta han pensado en “tumbarlos” para construir edificios, como es el caso del Teatro de los Insurgentes.

“Los dueños de estos teatros ya los pidieron porque los iban a tumbar para hacer edificios. No me puedo imaginar el Teatro de los Insurgentes tumbado con ese mural de Diego Rivera; si ya perdimos el Teatro Blanquita, sería una pena perder otros con tanta historia como el Fábregas”, afirmó.

Pérdidas millonarias

En tanto, el productor de obras como Cats, Fiebre de Sábado por la Noche y Sueños en Broadway, Gerardo Quiroz, estimó que las pérdidas acumuladas por el cierre de operaciones suman entre 15 y 20 millones de pesos por productor.

Para Juan Torres, la petición a la que hoy se unen los productores no busca sólo abrir los teatros, sino salvarlos de una catástrofe que dejaría en la calle a miles de colaboradores que dependen del teatro.

Y es que coincidieron en que no sólo se trata de darles luz verde para operar, sino que se les tiene que avisar con antelación para preparar la difusión de sus producciones, ensayos, mantenimiento de los equipos y la inversión en las medidas de sanitización.

“Abrir es un clavado al precipicio, porque eso no quiere decir que vamos a tener éxito con la asistencia del público”, dijo Torres.

Piden condonación de impuestos

Con el fin de reducir los estragos económicos en la industria del teatro, los productores exigieron también que se les elimine el cobro del Impuesto Sobre Espectáculos Públicos (ISEP), debido a que merma también la estabilidad de las producciones.

Sobre ello, Morris Gilbert recordó que hace 20 años, cuando el actual presidente Andrés Manuel López Obrador era jefe de Gobierno de la Ciudad de México les otorgó un subsidio en el ISEP, argumentando que había una doble tributación como productores en el pago de impuestos.

Si bien antes de la pandemia se acordó disminuir aún más dicho gravamen, ahora se lanza la petición al Gobierno para que se elimine el impuesto.

“Ahorita no hay dinero que alcance para seguir pagando rentas, porque esto se ha convertido en una bola de nieve”, comentó Tito Dreinhüffer.

Y es que en conjunto, los productores recordaron que otro de los servicios que siguen cobrando es el de la tarifa de luz, pues hay teatros que pagan hasta 60 mil pesos mensuales, aún cuando se mantienen sin operar.

 

Streaming no es rentable

Si bien algunos de los productores que participaron en la conferencia de prensa han experimentado presentar sus obras, que en su mayoría son musicales, a través de la vía del streaming, no se considera una plataforma rentable que pueda sustituir los ingresos que se obtienen con una puesta en escena presencial.

Y es que aseguran que las ganancias obtenidas de un streaming, les “sale a penas para pagar el mantenimiento”, pero no para su plantilla de actores o de colaboradores”. Aseguran que este tipo de plataforma la usan “sólo para seguir estando presentes”.

FRASE

“Noto una gran indiferencia por lo que hacemos. No estamos en el mapa de cómo y cuándo abrir”, Juan Torres, productor de La jaula de las locas.

 

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LEG