Un zoológico paquistaní que se hizo famoso mundialmente por haber maltratado durante años a Kaavan, el “elefante más solo del mundo”, y mantenido a otros animales en condiciones lamentables antes de cerrar sus puertas en diciembre, iniciará un ambicioso proceso de renovación que costará 7,5 millones de dólares.
Los malos tratos de que fue víctima Kaavan desembocaron en una campaña de movilización, apoyada por la famosa cantante estadounidense Cher, que permitió su traslado a una reserva en Camboya. En su nuevo santuario de 10.000 hectáreas, que comparte con decenas de otros elefantes.
Los recintos de hormigón del zoológico paquistaní eran muy pequeños y carecían de vegetación natural. Muchos de los animales que albergaba desarrollaron un comportamiento estereotipado, como balancear la cabeza de un lado al otro durante horas.
Construido en 1978, el zoológico estaba en un estado tan calamitoso que un magistrado ordenó en mayo de 2020 que todos los animales fueran trasladados. Pero incluso ese ejercicio terminó en tragedia. Dos leones murieron cuando el personal intentó sacarlos de su recinto incendiando paja.
La renovación del zoológico está ahora a cargo del Ministerio de Cambio Climático, que ha puesto en marcha un plan audaz para convertirlo en un centro de protección de animales con mejores condiciones de acogida.
Kaavan parece feliz
Este parque debería albergar una instalación para curar y reeducar a los animales heridos, que sería la primera de este tipo en Pakistán.
Esta iniciativa, apoyada en particular por Four Paws, la oenegé austríaca que organizó el traslado de Kaavan, es “extraordinaria”, declaró Rab Nawaz, director para Pakistán del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
El maltrato de los animales es común en Pakistán, ya sea en los zoológicos o por parte de individuos ricos, que se exponen en las redes sociales junto a animales exóticos.
Pero las actitudes están cambiando lentamente. “Tenemos que cuidar mejor a los animales en cautiverio”, dijo Anis Ur Rehman, un experto paquistaní en fauna silvestre, refiriéndose al caso similar de un elefante maltratado en un zoológico de Karachi (sur).
El Islamabad Wildlife Management Board (IWMB) también está presionando al gobierno para que refuerce las leyes contra los cazadores furtivos, que trafican regularmente con aves, monos e incluso osos negros, según su presidenta Rina Saeed Khan.
La salida de Kaavan hacia un hogar más hospitalario causó un poco de amargura a su último cuidador en el zoológico, Imran Hussain. Éste había sido contratado y especialmente formado el año pasado por el IWMB cuando el destino de Kaavan comenzó a alarmar a la opinión internacional, y pronto estableció un vínculo estrecho con el paquidermo.
“Siento que algo se rompe dentro de mí cuando vengo y veo su jaula vacía”, dijo a la AFP. “Solía acogerme todas las mañanas de manera ruidosa, levantando su trompa. Me tiraba agua encima para expresar su satisfacción, o su ira”.
“He visto algunas imágenes de video de Kaavan (…) Parece muy feliz. Rezo a Dios para que viva mucho tiempo”, añadió.
ica