Médicos, atletas de alto rendimiento y cocineros, entre otros integrantes de la Marina se encargan de brindar una atención de calidad a los civiles que deciden voluntariamente permanecer en la Covi- Aldea, como fue bautizada por una usuaria al inicio de la contingencia sanitaria.

La teniente de corbeta Anabel Soto explica que las instalaciones son con la finalidad de romper la cadena de contagios: “Tomamos los signos vitales tres veces al día previo a sus tres alimentos para llevar un control adecuado y con la finalidad de detectar alguna anormalidad”.

Destaca que “el servicio que brinda la secretaría de Marina en este caso es gratuito, como el servicio de baños, regaderas, desayuno, comida y cena”.

El tercer maestre Rubén García Gómez, quien ingresó al Salón de la Fama Marine Corps Marathon, en Estados Unidos como bicampeón 2005-2006, es quien lleva los alimentos al comedor para los pacientes.

El deportista de alto rendimiento, que también participó en la edición 42 del Marine Corps Marathon 2017, y fue reconocido por finalizar entre los primeros 10 lugares, expresa que la pandemia es una prueba diferente.

“Estoy apoyando a los médicos en traer la comida para los enfermos, hacer la limpieza de las áreas, baños, dormitorios, llevar la ropa a lavandería. Empezamos a las 6:30 de la mañana, lavando la zona de ingreso del personal”, explica.

“A las 7:00 horas traemos el desayuno para los pacientes y luego vamos por la ropa, que es llevada a lavandería, y continuamos con el aseo del área a las 13:00 horas, servimos la comida y a las 16:00 horas la cena, así son los días”.

La Covi-Aldea anteriormente era la Unidad de Historia y Cultura Naval, donde realizaban ensayos los músicos de la Marina.

LEG