Hace cinco meses titiló una luz desde la Iglesia Católica para las personas interesadas en las uniones del mismo sexo bajo el manto protector de la Fe: el papa Francisco dijo en una entrevista que las personas homosexuales tenían derecho a estar en familia.
Se trataba de una declaración que no encajaba del todo con la doctrina si se extraía así de su contexto original… y la esperanza que se regó por el mundo luego fue acallada por la institución eclesiástica.
La afirmación del Papa era parte del documental Francesco del autor ruso Evgeny Afineevsky.
Apenas ayer, y para que no quedaran dudas, el Vaticano aclaró que la unión de dos personas del mismo sexo es un pecado y que los sacerdotes no pueden bendecirlas.
La Congregación para la Doctrina de la Fe, antes conocida como el Santo Oficio de la Inquisición, institución encargada de preservar el dogma católico, abordó el tema a través de una pregunta que muchos católicos se hacen: “¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?” La respuesta fue tajante y clara: “Se responde negativamente”.
En un documento firmado por el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la congregación, se advierte que en algunos ambientes eclesiales se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo, pero frena en seco: “No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida)”.
El texto tuvo que ser aprobado por el papa Francisco, cuya posición sobre la homosexualidad, sin embargo, y con las evidencias, ha sido menos tajante.
FRASE
“No es lícito impartir una bendición a relaciones, incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (la unión de un hombre y una mujer)”
Congregación para la Doctrina de la Fe (antes Santo Oficio de la Inquisición)
LEG