“De forma libre y democrática”, esta frase tan importante para la vida sindical, se ha convertido en una verdadera farsa y mentira para los trabajadores. El más burdo ejemplo fue lo ocurrido en el reciente recuento en la minera Tayahua, en Zacatecas, en donde la 4T se encargó una vez más de traicionar la confianza de los mineros.
Aquí hay algo claro y señalado por juristas: la constante intromisión de la Secretaría del Trabajo en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Este organismo que debiera ser autónomo ha demostrado en repetidas ocasiones que recibe órdenes de la STPS, y que de ser necesario hará lo posible con tal de torcer la ley y beneficiar a sus compadres, amigos y cómplices.
Como sindicalistas, es una vergüenza ver cómo el poder mangonea la libertad sindical. No nos quedaremos callados, Tayahua se sumó a la lista de los recuentos organizados por la STPS en total indefensión y poca transparencia. Los compañeros denunciaron que la autoridad los obligó, junto con la empresa, a sumarse al sindicato de Napoleón Gómez Urrutia, de lo contrario, les dijeron, perderían su empleo. Pero no quedó ahí, Napillo –abusando de la necesidad de los trabajadores- les prometió, como ya ha hecho en otros recuentos, un bono de productividad por 200 mil pesos, hecho que no se puede prometer ya que el incentivo depende de lo laborado en el año.
¿Cómo se le llama a esas denuncias? ¿Qué significa la manipulación de recuentos por parte de la autoridad? De libertad no tiene nada, de digno mucho menos y de legalidad para qué hablamos.
Ya existen denuncias por este y otros casos de intromisión de la autoridad laboral, ya que en todo momento han impulsado que los Contratos Colectivos de Trabajo queden en manos de Napillo. No olvidemos que ese favoritismo fue el que llevó a Gómez Urrutia al Senado, de la mano de Morena, sin importar que sea canadiense y que tuviera una deuda económica y moral con los mineros por el desvío de 55 millones de dólares.
Si no retoman el camino y si no ponen un alto a sus abusos, los derechos de los trabajadores podrían quedar solo en papel. El camino no será fácil, pero es responsabilidad de los sindicatos exigir que se cumpla la ley. No deben hacer de nuestra legislación una moneda de cambio, no pueden rebajarla y permitir que se manipule a capricho de algunos.
También es un hecho que el movimiento obrero está completamente desaparecido, no hay un contrapeso, pareciera que los trabajadores están siendo silenciados. Esperemos que los compañeros que fueron honrados con el voto de sus afiliados den muestra de ello y respondan.
El ataque a los trabajadores por parte de la Secretaría del Trabajo y de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje no sólo es en los recuentos, sino que son apáticos y omisos ante los conflictos obreros.
Se esperaba que durante la pandemia estas instituciones fueran aliadas de la clase obrera, pero no, por el contrario, vieron pasar violaciones y despidos.
Por otro lado la STPS, encabezada por Luisa María Alcalde, no hizo nada para homologar y pedir la vacunación a todos los trabajadores, ella sólo se preocupó de que los llamados Servidores de la Nación fueran inoculados, los demás pareciera que no existimos, que no importamos.
Nunca se ha visto a la STPS intención de levantar la voz por los trabajadores, de pedir algo en favor de ellos. Los sindicatos comprometidos con nuestra base debemos resistir, no podemos achicarnos, porque finalmente ya nos demostraron que lo que no hagamos nosotros por defender a nuestros afiliados, nadie lo hará.
@CarlosPavonC