La tradicional venta de entradas en taquillas no tendrá lugar en la próxima edición de Wimbledon, anunció este jueves la organización, para evitar las habituales largas colas, en el marco de las medidas para luchar contra la propagación del Covid-19.

Wimbledon, la hierba, los jugadores vestidos de blanco, las fresas y las interminables colas para comprar las entradas del día.

Uno de los elementos tradicionales del torneo faltará en 2021, en el regreso del tercer Grand Slam del año tras un 2020 en el que se suspendió por la pandemia. De esta forma tampoco habrá reventa de entradas en el recinto, añadió la organización en el comunicado.

“La fila de espera y la reventa de entradas seguirán siendo tradiciones apreciadas e importantes en Wimbledon y esperemos que regresen en 2022”, añadió.

Un número de espectadores menor al habitual será autorizado este año, aunque todavía no se conocen las reglas específicas, a la espera de la evolución de la pandemia, para un torneo que se disputará entre junio y julio.

Wimbledon fue anulado en 2020 por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. En 2021 debe comenzar el 28 de junio. El gobierno británico ha previsto un regreso a la normalidad una semana antes, con el levantamiento de las restricciones de contacto social si la situación sanitaria lo permite.

Gran Bretaña es uno de los países más afectados por la pandemia, con más de 125 mil muertos, pero el número de contagios ha bajado drásticamente gracias a la potente campaña de vacunación.

Todos al mismo hotel

Jugadores, entrenadores, jueces y todas las personas involucradas en el Grand Slam sobre césped, deberán alojarse en un mismo hotel, y no podrán rentar villas como lo hacían en años anteriores, y hasta los turistas buscaban en sus sedes a sus jugadores favoritos

LEG