Afganistán
Foto: AFP Joe Biden anunció el miércoles que es momento de "terminar la guerra más larga de Estados Unidos"  

Aliados de la OTAN acuerdan iniciar retirada de Afganistán el 1 de mayo.

EU “cumplió el objetivo” en Afganistán, indicó Biden

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este miércoles que su país “cumplió el objetivo” en Afganistán de evitar un ataque contra su territorio y que la retirada de tropas que se realizará antes del 11 de septiembre no se articulará de forma “apresurada”.

“Creo que nuestra presencia en Afganistán debería estar centrada en la razón por la cual fuimos en primer lugar: para asegurar que Afganistán no sea usado como una base para atacar nuestra patria. Nosotros cumplimos con ese objetivo”, indicó en un discurso solemne.

“Es momento de terminar la guerra más larga de EU”

El presidente Joe Biden anunció el miércoles que es momento de “terminar la guerra más larga de Estados Unidos” y proceder a la retirada incondicional de tropas de Afganistán, donde pasaron dos décadas en una sangrienta, y en muchos aspectos infructuosa, batalla contra los talibanes.

Apodada como la “guerra eterna”, la ofensiva del ejército estadounidense en el país comenzó como respuesta a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Ahora, 20 años después -y con casi 2.400 soldados estadounidenses fallecidos y decenas de miles de muertes afganas-, Biden designó el 11 de septiembre como plazo para que los últimos militares estadounidenses dejen el país.

La guerra, como poco, se encuentra estancada.

El gobierno de Kabul, con apoyo internacional, controla débilmente solo algunas partes del país, mientras los talibanes se fortalecen. Cada vez más voces predicen que los insurgentes tratarán de hacerse con todo el poder en cuanto desaparezca la cobertura militar de Washington.

En el discurso que pronunciará este miércoles, Biden debe decirle a los estadounidenses que hay que aceptar que no existe otra alternativa.

“No podemos seguir el ciclo de extender o de expandir nuestra presencia militar en Afganistán esperando crear las condiciones ideales para una retirada, esperando un resultado diferente”, afirmará, según los extractos publicados.

“Soy el cuarto presidente estadounidense que preside con la presencia de tropas de Estados Unidos en Afganistán. Dos republicanos. Dos demócratas”, debe decir. “No le pasaré esta responsabilidad a un quinto”.

La decisión de Biden no es ninguna sorpresa. La guerra es muy impopular entre los votantes y su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, ya se había comprometido a una salida incluso anterior: el 1 de mayo.

El senador Bernie Sanders, aliado de Biden, consideró “valiente” la decisión del demócrata.

También llegaron, sin embargo, críticas inmediatas de algunos sectores que consideran que Washington está abandonando al gobierno afgano y fortaleciendo a los yihadistas.

“Vamos a ayudar a nuestros adversarios a que celebren el aniversario de los atentados del 11 de septiembre, envolviendo el país para regalo y devolviéndoselo”, lamentó el senador republicano Mitch McConnell.

 

Sin condiciones 

El presidente afgano, Ashraf Ghani, insistió el miércoles tras una conversación telefónica con Biden que sus fuerzas son “totalmente capaces” de defender al país.

El demócrata, por su parte, debe decir en su discurso que Estados Unidos continuará apoyando al gobierno afgano, solo que no militarmente.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, enfatizó también que Washington espera que los talibanes “respeten sus compromiso” de mantener a los grupos yihadistas antiestadounidenses fuera de Afganistán cuando se complete la retirada.

La partida marcará, sin embargo, un profundo cambio en la influencia de la asediada administración local y sus fuerzas de seguridad, entrenadas por Estados Unidos y la coalición.

Biden había estudiado la posibilidad de mantener una fuerza residual para luchar contra Al Qaida u otros grupos yihadistas. También valoró supeditar la retirada a la situación sobre el terreno o a las lentas conversaciones de paz.

Pero finalmente solo dejará a un número limitado de personal para custodiar instalaciones como la embajada de Estados Unidos en Kabul.

En ese marco, la ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, aseguró el miércoles que la OTAN probablemente se unirá a Estados Unidos en la retirada de sus tropas.

Y, según el periódico The Times, Reino Unido también retirará sus aproximadamente 750 soldados.

Rusia, de su lado, estimó que retrasar hasta septiembre la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán podría provocar una “escalada”, ya que Washington estaría revocando su acuerdo con los talibanes.

 

Siguen los combates 

Según un alto funcionario del gobierno, la retirada comenzará en mayo y el retraso se explica en gran medida por razones logísticas, aunque las tropas posiblemente salgan de Afganistán mucho antes del 11 de septiembre.

Este responsable advirtió a los talibanes -que mantienen una tregua con Estados Unidos pero no con las fuerzas afganas- que no ataquen a la coalición cuando se retire, asegurando que en ese caso “devolveremos el golpe con fuerza”.

Mientras tanto es probable que los combates continúen y un informe publicado el martes por el director de inteligencia estadounidense asegura que los talibanes “confían en poder lograr la victoria militar”.

Pero el director de la CIA, William Burns, afirmó el miércoles que tras “años de presión antiterrorista sostenida”, los grupos yihadistas internacionales con base en Afganistán ya no suponen una amenaza importante para Estados Unidos.

El ascenso de los talibanes suscita, no obstante, temores sobre el futuro del país, especialmente de las mujeres afganas que fueron conquistando cada vez más derechos.

Mientras gobernaron en gran parte de Afganistán entre 1996 y 2001, los talibanes impusieron su austero islamismo sunita, prohibiendo a las mujeres acceder a las escuelas y a las oficinas, así como la música y la mayor parte de la vida cotidiana.

Dos décadas más tarde, el 40% de los escolares son niñas.

 

Conferencia en Turquía 

La decisión de Biden coincide con el anuncio de Turquía de acoger del 24 de abril al 4 de mayo una conferencia de paz respaldada por Estados Unidos que reunirá al gobierno afgano, a los talibanes y a socios internacionales.

Pero Mohammad Naeem, portavoz de la oficina de los talibanes en Catar, dijo que los insurgentes no participarán en ninguna conferencia “antes de que todas las fuerzas extranjeras se hayan completamente retirado”.

Hace una década, Estados Unidos tenía unos 100 mil soldados en Afganistán. Al final de la presidencia de Trump, la cifra se había reducido a 2.500. En febrero de este año, la OTAN tenía unos 10 mil efectivos en el país.

KAMALA HARRIS ¡AL FIN! VISITARÁ MÉXICO Y GUATEMALA PARA ATENDER MIGRACIÓN

CT