Además de ser el más importante en la historia de nuestro país, por el número de cargos de elección popular que están en juego (20 mil 292), el actual proceso electoral también ha estado en el ojo del huracán por la cantidad de políticos que han sido víctimas de la violencia y por la calidad de los aspirantes a ocupar uno de esos lugares.
Con tal de lograr el triunfo, los partidos han impulsado lo mismo a personajes del mundo de la farándula que a deportistas; y lo más grave de todo; a políticos que tienen un oscuro pasado de corrupción y de presuntos nexos con grupos criminales.
En este grupo, que ya es conocido como los impresentables, destaca la participación de cuatro exgobernadores: Manuel Andrade Díaz y Andrés Granier Melo, de Tabasco; Sergio Estrada Cajigal, de Morelos y Luis Armando Reynoso Femat, de Aguascalientes.
A saber:
Manuel Andrade, quien gobernó su estado natal de 2002 a 2006, fue acusado del desvío de más de 6 mil millones de pesos del programa de prevención de inundaciones; investigación que fue detenida por el Congreso local, que en ese entonces tenía una mayoría priista; pero también fue señalado por haber permitido la entrada del cártel de los zetas a la entidad.
Su sucesor, Andrés Granier no se quedó atrás y un año después de haber dejado la gubernatura fue detenido, acusado de peculado y de haber dejado en la quiebra al sistema estatal de salud; incluso se ufanaba de haber adquirido varios inmuebles en Miami, Cancún, Villahermosa y la Ciudad de México; pero también presumía tener 400 pares de zapatos, mil camisas, 400 pantalones y 300 trajes de lujo, todos adquiridos con dinero público en las mejores tiendas de Los Ángeles, California y la Quinta Avenida, en Nueva York. Granier dejó Tabasco con una deuda de más de 23 mil millones de pesos.
Ambos tabasqueños ahora compiten por la alcaldía de Centro (Villahermosa); el primero por el PRD, y el segundo por la alianza conformada por el PRI y el PAN.
De triste recuerdo, Sergio Estrada Cajigal también enfrentó acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico, lo que le valió que el Congreso de Morelos lo sometiera a juicio político; sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia del estado lo absolvió al argumentar violación al debido proceso.
Y, por último, Luis Armando Reynoso Femat fue acusado de corrupción, al participar en la venta de terrenos propiedad del estado a un costo muy por debajo de su valor real; pero también de haber defraudado al fisco, lo que le costó haber pisado la cárcel en dos ocasiones.
Los dos expanistas ahora son candidatos del Partido Fuerza por México; el primero para la presidencia municipal de Cuernavaca; y el segundo para la alcaldía de Aguascalientes.
¿A qué le apuestan estos partidos políticos, que se promueven como diferentes, al apoyar a estos personajes de dudosa reputación?
Muchos dicen que a la corta memoria del electorado. Habrá que ver si los ciudadanos muerden el anzuelo.
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@JuanMDeAnda