Cruz Roja y migrante
Foto: Twitter @IFRC_Europe Se difundió una fotografía de una voluntaria de la Cruz Roja en España que consuela a un migrante que acababa de cruzar la frontera con Marruecos  

En redes sociales se difundió una fotografía de una voluntaria de la Cruz Roja en España que consuela a un migrante que acababa de cruzar la frontera con Marruecos.

La joven Luna aparece en la imagen abrazando al hombre que llora desconsoladamente y se apoya en ella, mientras que paramédicos tratan de salvarle la vida a uno de sus amigos que se encuentra tirado a unos metros de él.

La fotografía conmovió a cientos de usuarios de Twitter, pero otros aprovecharon para emitir comentarios racistas, xenófobos y machistas.

La voluntaria incluso fue identificada por los cibernautas, quienes no sólo la criticaron, sino que lanzaron amenazas, hasta que decidió bloquear su cuenta.

Esto trascendió incluso a personalidades de la sociedad española, las cuales se dividieron en opiniones, algunos en solidaridad con los migrantes y la joven voluntaria.

Como es el caso de la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien apuntó la imagen es un símbolo de esperanza.

“Mucho más que una foto. Todo un símbolo de esperanza y solidaridad. #GraciasLuna”.

Mientras que otros consideraron que sus palabras eran muestra de ignorancia y demagogia.

“La víctima y la salvadora o el abusador y la idiota. Toda una representación de Europa haciendo el gilipollas”, expresó el europarlamentario de Vox, Hermann Tertsch.

 

Vuelve la calma a la frontera entre Marruecos y el enclave español de Ceuta

Escenario de una entrada masiva de migrantes, muchos de ellos devueltos inmediatamente, la zona fronteriza entre Marruecos y el enclave español de Ceuta volvía a la calma este jueves, luego de choques entre jóvenes que buscaban cruzar y la policía marroquí.

Tras una noche agitada, las calles de la población fronteriza de Castillejos (Fnideq en árabe) lucían vacías: las autoridades marroquíes evacuaron en autobuses a la multitud llegada hasta ahí soñando con un futuro mejor en Europa.

Según las informaciones recogidas en el lugar por un periodista de la AFP, alrededor de 1.500 personas habían sido repatriadas a sus municipios de origen a comienzos de la tarde.

En el otro lado de la frontera, el flujo se frenó, sin poderse ver migrantes tratando de llegar a la playa ceutí del Tarajal. Por la tarde, sin embargo, la policía recogió allí un cadáver flotando, sin poder precisar cuánto tiempo llevaba sin vida, en lo que sería el segundo fallecido de esta crisis.

Desde el lunes, 8.000 migrantes ingresaron en Ceuta gracias a la relajación de los controles del lado marroquí, en medio de una disputa diplomática entre Rabat y Madrid, por la asistencia médica prestada por España al líder independentista del Sáhara Occidental, un territorio que Marruecos considera como suyo.

Las autoridades españoles subieron este jueves aún más el tono, denunciando una “agresión” y un “chantaje” de Rabat, aunque en el terreno las relaciones parecen recomponerse tímidamente para agilizar el retorno de migrantes.

Más de 6.000 ya fueron devueltos a Marruecos y, según fuentes policiales interrogadas por la AFP, ambos países “llegaron a un acuerdo para protocolizar lo que estaba sucediendo en la práctica y se están devolviendo por grupos a los adultos que entraron”.

Pero esta devolución no apaga las esperanzas de muchos. “Algún día volveré a probar suerte y lo lograré”, estimó Hassan, de 17 años, quien “sueña con vivir en Europa”.

“Aquí no tengo ningún futuro, quiero trabajar para ayudar a mi familia”, señaló a la AFP Mohamed, también de 17 años, llegado el miércoles a Castillejos tras una larga travesía en la que dejó atrás sus estudios y su familia.

 

– Choque violento –

Descalzos o en sandalias, con la ropa sucia o deshilachada, una multitud, en su mayoría jóvenes, han intentado pasar a Ceuta, un pequeño enclave de 84.000 habitantes, que junto con Melilla constituye la única frontera terrestre entre la Unión Europea y África.

En Castillejos se produjo la noche del miércoles al jueves un episodio violento, cuando un millar de jóvenes marroquíes lanzaron piedras a las fuerzas del orden marroquíes y las obligaron a retroceder, antes de prender fuego a una motocicleta.

En Melilla, un centenar de migrantes intentaron infructuosamente saltar la valla fronteriza en la madrugada del jueves, informaron las autoridades locales, la tercera tentativa similar desde el martes, cuando lograron entrar 86 personas de un grupo de 300.

En este contexto, España, que recibió apoyo de las altas autoridades europeas, aumentó la presión sobre Rabat, un socio clave en el control del flujo migratorio.

“No solamente es una agresión a las fronteras españolas sino a las fronteras de la Unión Europea”, denunció la ministra de Defensa, Margarita Robles, para quien Marruecos ha puesto “en juego las vidas de menores” dejándoles vía libre para acceder a nado a Ceuta.

 

– “Doble juego” –

Rabat, que mantuvo días de silencio casi absoluto, vinculó directamente este jueves la crisis migratoria con la hospitalización en España de Brahim Ghali, líder del movimiento independentista saharaui Frente Polisario, respaldado por Argelia.

“Marruecos no acepta el doble lenguaje y el doble juego de Madrid”, declaró el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, a la agencia oficial MAP.

“El verdadero origen de la crisis es la acogida por Madrid bajo una falsa identidad del jefe separatista de las milicias del Polisario”, añadió.

España insiste en que la decisión de albergar a Ghali obedece a razones “humanitarias”. Asimismo, reiteró que no ha cambiado su postura respecto al Sáhara Occidental, una excolonia española, y que mantendrá su neutralidad y respetará las resoluciones de Naciones Unidas.

Ante la crisis en la frontera, varias oenegés españolas y marroquíes criticaron la presencia de menores y su utilización en un “juego político”, a la vez que cuestionan su expulsión de vuelta a Marruecos.

Amnistía Internacional censuró que los migrantes estén “siendo utilizados como peones” en este “juego político” entre Madrid y Rabat.

La delegación del gobierno español en Ceuta indicó a la AFP este jueves que en Ceuta permanecen 800 de los 1.500 menores que ingresaron, ya que ha habido “muchos retornados por voluntad propia”.

 

 

 

fahl