José Ureña

El nerviosismo es mayúsculo.

Las cuentas provenientes del interior del país no satisfacen las expectativas del poder para mantener el control del Congreso de la Unión.

Hay muchos responsables.

Para cada lugar hubo comisionados y su obligación es responder por los resultados de los candidatos designados desde Palacio Nacional.

Pero no.

No ganará Clara Luz Flores en Nuevo León pese a recibir todos los apoyos regulares e irregulares con el respaldo del Gobierno.

Tampoco Mónica Rangel en San Luis Potosí, aunque ahí parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se volcó a favor de Ricardo Gallardo, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

La suerte de Alfonso Durazo en Sonora es incierta y no puede quejarse de falta de respaldo: lo hubo de todo signo y tiene para dar y repartir durante la jornada de votación.

En la misma situación está Juan Carlos Loera, quien ha sido avituallado desde el centro del país y sobre todo del poder estatal para impedir la inminente victoria de la panista Maru Campos en Chihuahua.

Ella está en perspectiva de ganar a esa alianza suprema.

LOS ÚLTIMOS INTENTOS

Cada quien responderá al final.

Pero ya comenzaron, con base en datos de las encuestadoras gubernamentales, los apremios para todos.

Para quienes están en ventaja y en desventaja.

A los primeros se les pide asegurar la victoria con márgenes holgados para demostrar la supremacía sobre la oposición conservadora y neoliberal.

Y a los segundos se les exigen esfuerzos sobrehumanos porque, ya sabe usted, la 4T es invencible y seguirá pese a sus críticos.

Pero hay un problema:

Mario Delgado, forma eufemística de decir Morena, no tuvo libertad alguna para designar candidatos ni para regidores.

Ni siquiera en Baja California, donde se atribuyen relaciones cercanísimas de Delgado con Marina del Pilar.

En consecuencia, debe concluirse, quien perderá será el Presidente porque todos los candidatos obedecen a sus afectos y designios.

Pero no, después del 6 de junio rodarán las cabezas de quienes no cumplieron con la instrucción suprema de entronizar a la 4T.

UNA FOTO ELOCUENTE

1.- Vaya foto tan elocuente.

Ana Gabriela Guevara, figura deportiva del actual Gobierno, se reunió con Ernesto El Borrego Gándara, candidato a gobernador de Sonora.

Él contiende contra el oficialista Alfonso Durazo y las mejores encuestas para su causa lo colocan al frente en la liza.

Otras, las más negativas, sitúan a Gándara en empate real.

Quién sabe cuánto represente la excorredora en términos electorales, pero sin duda su apoyo se reflejará en las urnas.

Demos un dato adicional: Guevara aspiró a la candidatura por su natal Sonora pero la contuvieron desde Palacio Nacional para favorecer a Durazo.

Y 2.- Hay informes cruzados de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Su titular Delfina Gómez ha recorrido varios estados para conocer in situ las condiciones de escuelas y el ánimo del magisterio, tarea en la cual recibe el respaldo del secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda.

Pero no ha habido una conducción incuestionable sobre cómo sería el regreso a clases el lunes próximo, un día después de la elección.

Esto genera muchas dudas en los maestros.

LEG

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