El proceso penal abierto en contra de seis militares, entre ellos cuatro generales, por sus presuntos nexos con la delincuencia organizada, podría extenderse al menos durante un año, tiempo en el que deberán permanecer recluidos en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 1 “Altiplano”.

 

Es por ello que la PGR pidió a las autoridades penitenciarias federales “observar las condiciones de seguridad necesarias” para garantizar la integridad física de los mandos castrenses en un centro penitenciario, donde se encuentran recluidos algunos de los más peligrosos delincuentes del país.

 

Autoridades de la dependencia federal indicaron a este diario que por motivos de seguridad no era posible dar a conocer los pormenores de las condiciones de reclusión de los generales, pero dijeron que serán asignados a un “dormitorio especial” y con vigilancia las 24 horas del día  por el personal de custodia.

 

En total son seis los militares que ya se encuentran formalmente presos en el centro carcelario: los generales Tomás Ángeles Dauhare, Ricardo Escorcia Vargas, Roberto Dawe González y Rubén Pérez Ramírez, así como el teniente coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto, y el Mayor IvánReyna Muñoz.

 

También en el Altiplano están recluidos dos narcotraficantes procesados por el mismo caso: Edgar Valdés Villarreal, La Barbie, y  José Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, quienes en su momento ocuparon puestos de liderazgo en la organización delictiva de los Beltrán Leyva.

 

Las condiciones del penal federal del Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, son de alta seguridad, lo que además de prevenir fugas de reos, permite garantizar la integridad física de los internos.

 

No obstante, indicaron en la Procuraduría, debido a la condición de los militares como servidores o ex servidores públicos, y a la naturaleza del caso por el cual se les procesa, se busca poner énfasis en cuanto a su resguardo en el centro penitenciario, sobretodo en el contacto con la población general.

 

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