Si bien la vicepresidenta Kamala Harris recibió la encomienda en marzo, por parte del presidente Joe Biden de atender lo que se consideraba una crisis fronteriza en la línea que divide a Estados Unidos y México, la funcionaria se ha mantenido, más bien, alejada del tema.
Apenas esta semana, funcionarios de la Casa Blanca cercanos a Harris dijeron que ella busca priorizar las causas que desde Centroamérica empujan a los migrantes a la frontera sur de EU, reveló la cadena CNN, “como el presidente Biden le pidió”.
En los hechos, no ha sido ella quien ha pisado suelo mexicano o centroamericano, sino enviados de su oficina o el mismo secretario de Estado, Antony Blinken, quien apenas regresó de una gira de dos días por la región.
Y es que durante el primer trimestre del año prevaleció en la palestra política de la Unión Americana gran presión hacia la recién iniciada administración de Biden por el tema de los ingresos fronterizos, pues se revelaron datos inéditos de arribo de menores no acompañados.
Para afrontar la crisis, el mandatario demócrata prometió una política migratoria “más humana”, tras las estrictas restricciones de la administración de Donald Trump, al tiempo que los republicanos lo acusan de negar la existencia de una crisis migratoria y casi “invitar” a los viajeros a llegar de forma ilegal.
El primer viaje de Harris a México y Guatemala se concretará, finalmente, la próxima semana.
Para materializar su deseo de abordar el problema, anunció un apoyo de 4 mil millones de dólares durante cuatro años para ayudar al desarrollo de Honduras, Guatemala y El Salvador.
En una región duramente golpeada por la pandemia de Covid-19 y necesitada de vacunas, Blinken dijo apenas en Costa Rica que en las próximas dos semanas se anunciará cómo será la distribución de 80 millones de dosis que EU compartirá con varios países, que incluyen a México, Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica, Guatemala y El Salvador.
DETALLAN AGENDA DE KAMALA HARRIS EN PALACIO NACIONAL
CT