Muchos jóvenes ejercieron su derecho al voto en las elecciones este 2021 por primera vez. Para Renata, de 19 años, la experiencia fue por partida doble, puesto que también se desempeñó como funcionaria de casilla.
El aviso de que salió sorteada para ser funcionaria de casilla le cayó por sorpresa y en un principio estaba dudosa de aceptar, algunos de sus conocidos le hacían comentarios sobre que se trataba de “una pereza” o “qué flojera”; sin embargo, al enterarse que algunos de sus mejores amigos también habían sido seleccionados, decidió participar.
A las 7:30 horas llegó para preparar la casilla y realizar la apertura en punto de las 8:00 horas. Hacia las 18:00 horas ya había pasado por todos los puestos dentro de la sede, poniendo tinta en el dedo pulgar de los votantes, acomodando la casilla, inclusive repartiendo gel antibacterial a los participantes.
Lo que le gustó fue “poder ver el trasfondo de las elecciones y lo que pasa detrás, generalmente te dicen quién ganó pero no te enteras de lo que hay detrás”.
Y constatar todo de cerca le permitió hacer también observaciones críticas: “siento que las casillas no tienen una logística muy práctica, los plumones que da el INE para marcar el dedo están obsoletos, no tenía que haber contacto, según las indicaciones, pero se tenía que agarrar la mano de los votantes para poder marcar de manera correcta, sin embargo, hay espacio para todos, inclusive para personas con discapacidad”.
Lo mismo celebró la diversidad en las boletas: “Durante estos años ha tenido demasiado poder Morena, y siento que ahora va a ser un poco más parejo, con la diversidad”. Al final, Renata comentó que sí volvería a ser funcionaria.
LEG