La configuración política cambiará a raíz de los resultados de las elecciones pasadas: Morena y aliados encabezarán 55% de los estados, con lo que se convertirán en la primera fuerza del país.
Entre las figuras políticas que se convertirán en gobernadores, se perfilan personajes con procesos abiertos por presunta corrupción, influencers y por el bloque de Morena, la mayoría tiene pasado en otros partidos.
De acuerdo con los resultados de los comicios del domingo pasado, Morena ganó 11 gubernaturas; PAN obtuvo el triunfo en Querétaro y Chihuahua; además, Movimiento Ciudadano se llevó Nuevo León y el PVEM, San Luis Potosí.
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La nueva geografía electoral pone a Morena en el primer sitio estatal con 17 gobernadores; Acción Nacional encabezará ocho; el PRI, cuatro; Movimiento Ciudadano, dos; y el Verde Ecologista, una.
El mayor desplazamiento político sería para el PRI debido a que en 2018 tenía la mayoría en el Senado, Cámara de Diputados y gobernaba 19 estados; pero con los resultados del 6 de junio, sería relegado como tercera fuerza.
Respecto a población gobernada, los 17 estados que encabezará Morena tienen 57.6 millones de habitantes, lo que significa 45.7% del total de los mexicanos.
Perfiles polémicos
Algunos de los casos controversiales más emblemáticos están el de Maru Campos en Chihuahua, quien ganó la gubernatura por el PAN a pesar de contar con un proceso abierto por presuntos actos de corrupción, ya que es acusada de recibir sobornos del exgobernador César Duarte.
El virtual gobernador de Nuevo León, Samuel García, es investigado por diversos delitos fiscales, así como por operación con recursos de procedencia ilícita. El militante de Movimiento Ciudadano también es una figura de redes sociales junto a su esposa Mariana Rodríguez.
Otro de los perfiles más polémicos es Evelyn Salgado Pineda, quien se proyecta para gobernar Guerrero y asumió como candidata a mitad de la campaña, para sustituir a su padre, Félix Salgado Macedonio, a quien le fue cancelado su registro por omitir sus informes de precampaña.
A su vez, varios de los virtuales mandatarios de Morena representarán a la autoproclamada cuarta transformación, pero en su trayectoria política han transitado por el PRI, PRD y Movimiento Ciudadano.
Los exmilitantes de otras fuerzas políticas que encabezarán al partido guinda son David Monreal, en Zacatecas; Lorena Cuéllar, Tlaxcala; Alfonso Durazo, Sonora; Rubén Rocha, Sinaloa; Miguel Ángel Navarro, Nayarit; Alfredo Ramírez, Michoacán; Indira Vizcaíno, Colima; Layda Sansores, Campeche y Víctor Manuel Castro en Baja California Sur.
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Expectativas
Respecto al cambio político en el país, uno de los principales será el futuro de las organizaciones de gobernadores que servían como unión para mediar ante la administración federal.
Se trata de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) fundada en 2001 por la mayoría de mandatarios del PRI como un organismo de mediación con Vicente Fox, primer Presidente de oposición en el país.
Por otra parte, la Alianza Federalista se creó en 2019 como un contrapeso a las decisiones políticas y económicas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La principal propuesta de ambas organizaciones fue la modificación del Pacto Fiscal; es decir, el modelo por el cual la Federación distribuye a los estados los ingresos provenientes de impuestos y petróleo.
Sin embargo, con los resultados del pasado domingo, la Alianza Federalista perdería a dos de sus integrantes: Silvano Aureoles de Michoacán y José Ignacio Peralta, Colima, pues en ambos estados ganó Morena, por lo que se quedarían sólo con ocho integrantes.
La Conago se quedaría con 24 integrantes, de los cuales, 17 serían de Morena, por lo que obtendría la mayor representación en ese órgano.
Por lo que es incierto el futuro de la propuesta de modificar el Pacto Fiscal, debido a que la alianza Va por México, que lo tenía como una de sus principales apuestas legislativas, tampoco alcanzó mayoría en la próxima integración de la Cámara de Diputados.
Al respecto, Javier Santiago Castillo, exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE), señaló que con los resultados del 6 de junio, Morena se convierte en un partido nacional y la “consecuencia política es que va a estar mayor organizado y preparado para la sucesión presidencial”.
En su análisis, el experto en temas político-electorales dijo que a diferencia de la elección federal donde se proyecta un equilibrio, en los estados López Obrador y su movimiento, con el apoyo de los nuevos gobernadores, seguirá teniendo fuerza, misma que incluso podría ampliarse si antes de las elecciones presidenciales de 2024 ganan Hidalgo, Oaxaca y Estado de México.
“Los gobernadores de Morena van a tratar de incidir en la elección del candidato presidencial, será inevitable, se formarán grupos en apoyo de algún candidato, se volverá más complejo y el riesgo es que Morena se divida”, dijo durante un foro sobre las consecuencias políticas de las elecciones 2021.
LEG