El canciller Marcelo Ebrard recibió un tiro en el corazón de sus aspiraciones presidenciales. El peritaje preliminar de la empresa DNV concluyó que el colapso en la Línea 12 del Metro fue por fallas estructurales por deficiencias en la construcción.

La lectura del documento, a cargo de Jesús Antonio Esteva Medina, secretario de Obras del Gobierno de la Ciudad de México, retumbó en el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores y enterró cualquier posibilidad presidencial de Ebrard.

No se le castigará penalmente, pero lo saca de la contienda que deja como única corredora a Claudia Sheinbaum. Incluir a otros personajes solo busca distraer y quitar presión sobre la jefa de Gobierno.

La responsabilidad de la tragedia, como suele ocurrir, recaerá en los ingenieros que estuvieron a cargo de la obra. También deberá ser sancionado Grupo Carso, de Carlos Slim, encargado de la construcción de la Línea 12 del Metro y cuyos errores, omisiones e irresponsabilidad costaron la vida de 26 personas.

Pero en lo político, hasta este primer dictamen, el único afectado es Ebrard. Por el momento, Sheinbaum y su antecesor, Miguel Ángel Mancera, pueden estar tranquilos.

Sin embargo, Mancera no debe confiarse. En alguno de los dos próximos peritajes puede ser señalado por falta de mantenimiento e iniciarse una persecución penal en su contra. 

Esta será la segunda ocasión en que Marcelo Ebrard pierda la carrera presidencial. La primera fue en 2012, cuando a pesar de salir mejor calificado que López Obrador en las encuestas levantadas por el PRD –todavía militaban en ese partido—declinó por el hoy Presidente de México.

López Obrador puede respirar tranquilo. Su “heredera política”, a pesar de perder la elección del 6 de junio en la CDMX, no tendrá ninguna responsabilidad legal ni política en la tragedia –ella le llama incidente—del pasado 3 de mayo.

El que paga, manda, y quien pagó a la empresa noruega fue el Gobierno capitalino. Quizá por eso no haya ninguna referencia al mantenimiento de la Línea 12, a pesar de las denuncias de vecinos de Tláhuac que advertían sobre daños en la estructura. Fueron ignorados.

A Ebrard ya lo había enterrado la semana pasada The New York Times. Este dictamen solo le dio la puntilla. A Ricardo Monreal lo tumbó la elección en la alcaldía Cuauhtémoc, y Sheinbaum tiene una vida más.

López Obrador estará “feliz, feliz, feliz”.

Directo: El Presidente propondrá una reforma electoral para nombrar a consejeros del INE afines a su movimiento, disminuir el costo de las elecciones y reducir el número de diputados y senadores. Nada dice de inhibir la intromisión del narcotráfico en los procesos electorales. Si no contempla eso, cualquier reforma quedará trunca.

Indirecto: La gobernadora electa de Campeche, Layda Sansores, fue recibida en Palacio Nacional por López Obrador. Sin embargo, la morenista todavía tiene que sortear las impugnaciones de sus oponentes, por lo que todavía no deberían levantarle el brazo.


@maurijua