No hay un solo aporte, un sólo concepto innovador, una sola idea original, una actuación sorprendente, no hay nada que justifique la existencia de esta nueva versión de Total Recall (Vengador del Futuro), remake del ya clásico de ciencia ficción filmado en 1990 por el holandés convertido a los modos de Hollywood (ni tanto) Paul Verhoeven.
Emigrado por invitación expresa desde su natal Holanda a mediados de la década de los ochenta, el cine de Verhoeven es de esos que arqueaba cejas y generaba comentarios por su “vulgaridad”, “violencia extrema” y “mal gusto”. Probablemente todos esos adjetivos sean correctos, pero eso no demerita el trabajo y las agallas de este director que, con todo y todo, no se andaba por las ramas ni se detenía en falsos moralismos. Al fin provocador nato, Verhoeven filmaba la violencia con una crudeza que hoy en día sería inaudita, al grado que esta nueva versión de Recall es justamente la antítesis de la anterior: limpia, aséptica, con apenas unas gotas de sangre, sin sudor, sin ganas de ensuciarse las manos, sin actitud.
La acción ya no sucede en Marte (como en la cinta original), sino en un devastado planeta tierra que, después de una guerra química, queda inhabitable excepto por dos áreas, lo que antes era Inglaterra y “La Colonia”, especie de pesadilla tercermundista ubicada en el lugar antes conocido como Australia.
Es en la Colonia donde vive Douglas Quaid (Colin Farrell), un obrero que junto con su bella esposa Lori (Kate Beckinsale) se la pasa renegando de su rutina diaria. Un día Quaid se decide entrar a Rekall, lugar donde por unos cuantos dólares te implantan en la memoria el recuerdo que mejor venga en gana: desde un viaje fantástico hasta una aventura de espías de la cual nunca fuiste protagonista, pero que terminarás recordándola cual si hubiese sido real.
Quaid se decide por vivir una aventura de espías donde él salve al mundo, mate a los malos y se quede con la chica; pero, justo cuando están por implantarle la memoria, agentes del gobierno llegan a perseguirlo. ¿Lo que vive Quaid es real o se trata de la propia fantasía que compró en Rekall?
Len Wiseman, director de esta nueva versión, es víctima de dos excesos: exceso de seriedad y exceso de presupuesto. En su esfuerzo por tratar de ser plausible, el director termina descuidando lo realmente interesante: el juego entre realidad y sueño, verdad y fantasía, que vive Quaid.
La sequía de ideas es tal que la cinta deriva en un juego de referencias obvias: aquella persecución es de Minority Report (Spielberg), aquellos escenarios son de Blade Runner (Scott), esos robots son de Episode II (Lucas) y esas escenas de acción donde el héroe salta entre plataformas no pueden provenir sino del videojuego de Super Mario Bros (Miyamoto).
Único aspecto destacable: el director le da mucho juego al personaje de Beckingsale (quien a la sazón es su esposa) a tal grado que su constante pelea contra el personaje de Jessica Biel resulta más interesante que lo que sucede con Colin Farrell. Bien pudo el director deshacerse de su aburrido y genérico protagonista para volver de esto una lucha entre dos mujeres del futuro. Eso si hubiese sido memorable.
Total Recall (Dir. Len Wiseman, 2012)
2 de 5 estrellas.
Guión: Kurt Wimmer y Mark Bomback.
Con: Colin Farell, Kate Beckinsale, Jessica Biel, entre otros.
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