Foto: Especial Justin Trudeau aseguró que Canadá necesitaba reconocer su historia de racismo contra los pueblos indígenas para "construir un futuro mejor"  

Apenas unas semanas después de descubrir los restos de 215 niños indígenas, algunos de apenas 3 años, en el que alguna vez fue el internado más grande de Canadá en Kamloops, Columbia Británica, la historia se repite en la provincia de Saskatchewan.

Este miércoles la Federación de Naciones Indígenas Soberanas anunció el “horrible y espantoso descubrimiento” de 761 restos de personas, en su mayoría indígenas menores de edad en una antigua escuela.

Entre 1831 y 1996, el sistema de internados de Canadá separó por la fuerza a más de 150 mil niños amerindios, mestizos e inuit de sus familias.

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En muchos casos los pequeños eran abusados física y sexualmente en lo que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación del país llamó “genocidio cultural” en 2015.

Aunado a ello, muchos nunca regresaron a casa y sus familias solo recibieron explicaciones vagas de su destino, o ninguna en absoluto.

Al respecto, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, escribió que este hallazgo en la antigua Escuela Residencial Marieval le rompía el corazón, pues no se puede traer a los niños de vuelta, pero se honrará su memoria y se dirá la verdad sobre estas injusticias.

Además, durante conferencia de prensa dijo este jueves que Canadá necesitaba reconocer su historia de racismo contra los pueblos indígenas para “construir un futuro mejor”.

Calificó los hallazgos en las provincias de Columbia Británica y Saskatchewan “un vergonzoso recordatorio del racismo sistémico, la discriminación y la injusticia que los pueblos indígenas han enfrentado y continúan enfrentando en este país”.

klcg