Las vacunas contra el Covid fabricadas por Pfizer-BioNTech y Moderna desencadenan una reacción inmune persistente en el cuerpo que podría protegerlo del virus durante años, por lo que no habría la necesidad de refuerzos, informaron científicos el lunes.
De acuerdo con un artículo de The New York Times, los hallazgos se suman a la creciente evidencia de que la mayoría de las personas inmunizadas con las vacunas de ARNm no necesitarían refuerzos, siempre que el virus y sus variantes no evolucionen mucho más allá de sus formas actuales, lo cual no está garantizado.
Además, es posible que las personas que se recuperaron de Covid-19 antes de ser vacunadas no necesiten refuerzos, incluso si el virus realiza una transformación significativa.
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“Es una buena señal de cuán duradera es nuestra inmunidad a esta vacuna”, dijo Ali Ellebedy, inmunólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, al diario The New York Times, quien dirigió el estudio y se publicó en la revista Nature.
El estudio no consideró la vacuna contra el coronavirus fabricada por Johnson & Johnson, pero el doctor Ellebedy dijo que esperaba que la respuesta inmune fuera menos duradera que la producida por las vacunas de ARNm.
Ellebedy y sus colegas informaron el mes de mayo que en las personas que sobrevivieron al Covid-19, las células inmunes que reconocen el virus permanecen inactivas en la médula ósea durante al menos ocho meses después de la infección. Un estudio de otro equipo indicó que las llamadas células B de memoria continúan madurando y fortaleciéndose durante al menos un año después de la infección.
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Con base en esos hallazgos, los investigadores sugirieron que la inmunidad podría durar años, posiblemente toda la vida, en personas que se infectaron con el coronavirus y luego se vacunaron. Pero no estaba claro si la vacunación por sí sola podría tener un efecto igualmente duradero.
OH