El bochornoso enfrentamiento del martes en la sede del PRI tiene dos responsables: Alejandro Moreno, dirigente nacional de ese partido, y Ulises Ruiz, recordado por reprimir a maestros de la sección 22 de la CNTE cuando fue gobernador de Oaxaca.
Una vergüenza para el que fuera el principal partido político de México; el que llevó a la Presidencia de la República a Lázaro Cárdenas, a Adolfo López Mateos, a Adolfo Ruiz Cortines; el que hizo candidato a Luis Donaldo Colosio.
Esos personajes se sonrojarían al ver el espectáculo -golpes y hasta armas de fuego utilizaron en la pelea que escenificaron en la sede de Insurgentes Norte- que ofrecen quienes se disputan el liderazgo de un partido en extinción, pero que todavía genera recursos económicos nada despreciables.
Moreno perdió ocho gubernaturas el 6 de junio, pero se ufana de que la coalición opositora avanzó en la capital del país y en el Estado de México -en este último los triunfos son atribuibles al gobernador Alfredo del Mazo-, además de que su partido tendrá una bancada de 72 diputados. Gran logro para quien ve la mediocridad como éxito.
El campechano se agandalló los órganos de decisión del partido. Modificó los estatutos para que nadie más pueda tomar decisiones, solo él. A la Cámara de Diputados arribarán, sí, el mismo Moreno, y sus incondicionales, entre ellos su secretaria general, Carolina Viggiano, y quien ya fue designado coordinador priista en San Lázaro, Rubén Moreira.
No renunciará a la dirigencia priista y tendrá fuero para enfrentar los señalamientos que por corrupción tiene desde que fue gobernador de Campeche. 24 HORAS dio a conocer que en dos años, el llamado Alito amplió en 43% una propiedad que posee en una zona exclusiva de Campeche, cuyo costo, solo del terreno, es de 30 millones de pesos.
Moreno Cárdenas expulsará a Ulises Ruiz del partido, y este continuará las prácticas porriles que le caracterizan desde que fue gobernador de Oaxaca. El martes fue un ejemplo de cómo actúan. La ambición por el poder los identifica y, al mismo tiempo, los confronta.
En la disputa por las ruinas del PRI terminarán por destruirlo, no falta mucho. En Palacio Nacional y en Morena se frotan las manos.
Directo: Carlos Slim descartó que el colapso del tramo que su empresa construyó de la Línea 12 del Metro sea por fallas en la construcción. El hombre más rico de México da así un espaldarazo al canciller Marcelo Ebrard y deja la responsabilidad al mantenimiento, cuyos responsables son Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum. Aún así, asumirá el costo económico de la rehabilitación. ¿A qué acuerdos no revelados habrán llegado Slim y López Obrador en las dos reuniones privadas que han tenido en los últimos días?
Indirecto: En su conferencia matutina de ayer, el Presidente inauguró la sección: ¿Quién es quién en las mentiras de la semana? Un ejercicio autoritario, porque medios y periodistas mencionados no tendrán la tribuna presidencial para defenderse.
@maurijua