En la década de los 60 del siglo pasado, el arquitecto Mario Pani diseñó un hermoso jardín que todavía hoy hace las delicias de Tlatelolco, un oasis lleno de verdor, frescura y vida en medio de una urbe caótica y cubierta de cemento.

Sin embargo, pese a la belleza del lugar, los arcos que lo engalanan y el pequeño templo monóptero en su centro, el jardín luce hoy descuidado y su infraestructura resiente el paso del tiempo, así como la falta de mantenimiento.

Adoquines deteriorados, postes agrietados, jardineras descuidadas y hasta bancas en mal estado en las que la gente ya no se sienta son algunos de los defectos que hoy desmerecen éste parque urbano.

Aún así, la paz del lugar es aprovechada por vecinos para realizar actividades que incluyen el ejercicio, pero también la meditación, el baile y hasta el boxeo.

Jorge Palomino, vecino de la unidad Tlatelolco, dijo a este diario que las jardineras siempre han estado descuidadas por las autoridades, y los árboles se secan cuando no es temporada de lluvias, por ello señaló que en ocasiones los habitantes de la zona son quienes hacen los trabajos de limpieza, incluso organizando grupos de colaboración.

“Siempre lo he dicho, es la falta de mantenimiento hacia los jardines, de hecho, lo que se ve actualmente es porque los vecinos hemos puesto algunos árboles y plantitas”, comentó.

Por su parte, Edwin Peláez, otro visitante del parque, coincidió en que el jardín necesita mantenimiento, además de atención y cuidado en la flora, pues ésta es de utilidad para algunas aves de la zona, sin embargo, indicó que la arquitectura del lugar es digna de observar.

“Como en toda Ciudad de México, lo único que falta aquí es mantenimiento y un vistazo bueno a esto, la estructura (el monóptero) tiene sus detalles, pero como cualquier otra obra de la capital, pero es digno de admirar”, dijo.

 

LEG