“Me acaban de dar mi título pero eso no importa”, señala el joven Fernando Alberto en su cuenta de Twitter (@feritorios), al tiempo de compartir una fotografía en la que aparecen Jorge y Javier, estudiantes de doctorado que fueron asesinados hace 11 años por elementos del Ejército mexicano en el ITESM.
me acaban de dar mi título pero eso no importa: pic.twitter.com/BNHk2aVerr
— fernando alberto (@feritorios) July 10, 2021
Alberto también comparte otra imagen en la que aparece junto al rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), portando la misma imagen, sobre la que escribió: “aquí una frente al rector, la acabo de encontrar”.
Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arrendondo Verdurgo eran estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey, murieron cuando salían de la bibiloteca del campus Monterrey.
Jorge Antonio (23 años) era originario de Coahuila; Javier Francisco (24 años) era de Baja California, ambos estudiaron Ingeniería Mecatrónica en el Tecnológico de Saltillo, y por su desempeño el Tec de Monterrey les dio beca para estudios de posgrado.
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A las 00:38 horas del 19 de marzo de 2010 salieron de la biblioteca que da servicio las 24 horas en tiempo de exámenes (donde habían estudiado para los trimestrales), casi de manera paralela, militares perseguían a presuntos delincuentes en las cercanías de la universidad, en el cruce de Eugenio Garza Sada y Luis Elizondo. Hubo una balacera.
A las 00:45, los jóvenes dejaban las instalaciones del Tec para ir a la casa de estudiantes donde se alojaban. Momentos después morían y, según las autoridades no llevaban material de estudio sino armas de grueso calibre.
El gobierno de Nuevo León -a cargo de Rodrigo Medina- como el Ejército argumentaron que eran sicarios “armados hasta los dientes”, y que los militares habían abatido.
Al poco tiempo, las autoridades del Tec confirmaron sus identidades por lo que el Estado cambió la versión, dijo que habían quedado en medio del fuego cruzado.
En agosto de ese año, la CNDH acreditó que los efectivos manipularon la escena y los asesinaron, pues los estudiantes seguían vivos y fueron rematados por los militares.
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“No portaban armas ni viajaban en la camioneta que agredió a los elementos militares ni eran miembros de la delincuencia organizada”, reza la recomendación 45/2010 de la CNDH.
Tras nueve años, el gobierno del presidente Andrés López Obrador ofreció una disculpa pública (2019) pero familiares y activistas del caso han señalado que tras la disculpa, el caso se ha dilatado y apostado al olvido.
LV