El Bank of America (BofA) anunció que se mantendrá en México en el largo plazo, pese a la incertidumbre que enfrenta la economía mexicana y algunas políticas económicas que han ahuyentado inversiones, incluso de bancos extranjeros que suspendieron operaciones en el país.
En videoconferencia, el director del BofA, Emilio Romano, recordó que el banco tiene 80 años de presencia en el país, la cual mantendrá incluso por los próximos 50 años sin importar los daños que deje la crisis de la pandemia del Covid-19 o las próximas contingencias financieras.
“Sí es un camino distinto al que están manejando otros bancos, pero lo hacemos con total convicción y responsabilidad. Es una medida de largo plazo, una medida para los próximos 50 años, y por eso vamos a escoger con mucho detenimiento qué empresas cumplen con nuestro perfil de riesgo”, dijo.
En este sentido, recordó que el banco modificó su modelo de negocios, pues previamente sólo se dirigía a los altos corporativos para ofrecerles su servicio de crédito, pero aseguró que hay otras empresas multinacionales mexicanas que requieren de financiamiento.
“Ampliamos nuestro universo de empresas cubiertas para incluirlas dentro de nuestro universo y creemos que esto va a ayudar a generar una oferta mayor de servicios bancarios a las empresas mexicanas medianas que están exportando”, explicó.
Además, Romano pronosticó que México crecerá entre 5% y 6% este año, impulsado por su cercanía con Estados Unidos.
Mientras el BofA decide permanecer en el país, otros bancos han abandonado sus planes en México, como los dirigidos al sector de banca de inversiones, como JP Morgan y Deutsche Bank, quienes solicitaron a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) su revocación de operaciones y cierre de oficinas.
Tras el anuncio de retiro de estos bancos extranjeros del país, analistas financieros consideraron que el abandono de ellos se debió a las malas señales del actual Gobierno en torno a las inversiones privadas y proyectos en sectores como el energético.
LEG